Prolactina, diabetes y alteración cognitiva
La evidencia convergente sugiere que la diabetes predispone a alteraciones
cognitivas y resulta en demencia en modelos in vivo y en humanos con diabetes,
incluyendo diabetes tipo 1 (T1D), diabetes mellitus tipo 2 (T2DM) y diabetes
gestacional. La prolactina (PRL) es un polipéptido con numerosas funciones,
incluyendo regulación inmune, lactancia, reproducción, metabolismo, función
cerebral y conducta. La PRL tiene el potencial de proteger contra la diabetes.
La PRL tiene efectos antiinflamatorios en el sistema nervioso central (SNC) y
puede suprimir la fosforilación tau inactivando a la glucógeno sintetasa
quinasa-3 (GSK3β). La PRL también mejora la cognición, la memoria y el
aprendizaje mientras reduce el estrés y la ansiedad. Varios genes asociados con
la activación de microglías inducida por PRL pueden ser importantes para la
neuroinmunomodulación del hipocampo o la protección de la célula neuronal.
La PRL ha sido relacionada con el
metabolismo de la glucosa. En altos niveles, la PRL inhibe la lipogénesis, pero
en bajos niveles fisiológicos inhibe la lipólisis debido a un efecto específico
de la PRL sobre la diferenciación de adipocitos vía estimulación del receptor
activado por proliferador de peroxisoma-gamma (PPARγ). En la población de
mediana edad y adultos mayores, los altos niveles circulantes de PRL están
asociados con una menor prevalencia de diabetes y alteraciones de la regulación
de la glucosa. Sin embargo, la hiperprolactinemia puede provocar resistencia a
la insulina y alterar la función de las células de los islotes pancreáticos. La
hormona PRL ha sido implicada como un factor diabetogénico en la patogénesis de
la T2DM.
La T1D autoinmune es causada por
células T que infiltran autoantígenos y células B que producen autoanticuerpos
específicos de los islotes, resultando en la destrucción de las células
pancreáticas. Los linfocitos B producen citoquinas que manejan la diferenciación
celular y regulan su exceso en la inflamación. Los linfocitos B también actúan
como adyuvantes para la activación de células CD4+T. Los receptores
de PRL (PRLR) se encuentran en una variedad de células inmunes (por ejemplo,
monocitos, macrófagos, microglías, neutrófilos, células killer naturales y
linfocitos). La PRL tiene la capacidad para mediar efectos en todas ellas. La
PRL, como un inmunomodulador, puede jugar un rol en el inicio y progresión de
desórdenes autoinmunes como T1D. la evidencia demuestra que los sujetos con
prolactinoma son más propensos a desarrollar T2DM. La PRL promueve la secreción
de insulina y la proliferación de células de los islotes pancreáticos. La
prevalencia de macroprolactinemia en pacientes T2DM es mayor que en pacientes
no diabéticos. Los pacientes con macroprolactinemia tienen mayores niveles de
HbA1c que los pacientes T2DM sin macroprolactinemia. La PRL en niveles
fisiológicos protege a las células β pancreáticas.
La PRL es esencial para el
mantenimiento del cuerpo lúteo durante el embarazo y la síntesis de leche
durante la lactancia. Los niveles de PRL son mayores que los niveles
fisiológicos durante el embarazo o la lactancia, lo cual es metabólicamente
beneficioso. En efecto, este cambio es
parte de una respuesta homeostática a las demandas particulares de la madre y
el niño más que un factor diabetógeno. Las mujeres con niveles disminuidos de
PRL durante el embarazo tienen alto riesgo de desarrollar durante el postparto
prediabetes o diabetes. Los estudios in vivo demuestran que la señal PRL juega
un rol importante en la proliferación de células β pancreáticas durante el
embarazo y protección contra la diabetes gestacional.
En diabéticos, la angiopatía puede
tomar la forma de microangiopatía, macroangiopatía o ambas. La retinopatía y la
nefropatía son consecuencias microangiopáticas de la diabetes y han sido
relacionadas con alteraciones cognitivas en pacientes diabéticos. La PRL es pro-angiogénesis,
pero adquiere propiedades anti-angiogénesis cuando es fragmentada
proteolíticamente a vasoinhibina, un fragmento de PRL capaz de prevenir la
vasopermeabilidad, la vasodilatación y la angiogénesis.
El efecto de la PRL sobre el
metabolismo de la glucosa y la resistencia a la insulina depende de los niveles
de PRL en la circulación. Los niveles fisiológicamente elevados de PRL,
incrementando la sensibilidad hepática a la insulina y la masa de células β
pancreáticas, puede aumentar la producción de insulina estimulada por glucosa.
Las concentraciones fisiológicamente elevadas de PRL también tienen un efecto
indirecto aumentando la producción hipotalámica de dopamina, la cual ayuda a
mantener el balance energético y de glucosa. El incremento en las concentraciones de PRL en
T2DM puede representar un mecanismo compensador contra la hiperglucemia porque
la PRL juega un rol crítico en el incremento en la actividad de las células
pancreáticas para contrarrestar la resistencia a la insulina.
La PRL es una hormona
multifuncional en el cerebro. La expresión de PRL es regulada por el factor
transcripcional 1 de la hipófisis, el cual es de importancia crítica para la
producción de PRL en la hipófisis. Hay evidencia que la PRL es una potencial
molécula para el tratamiento de alteraciones cognitivas. La PRL puede aumentar
las capacidades de memoria, cognición y aprendizaje in vivo. Las altas
concentraciones de PRL pueden activar la ruta de señalización SOCS 1 y 3
suprimiendo la activación de T-bet. La ruta de señalización PRL vía STAT3
promueve efectos antiinflamatorios y la producción de IL-10 en macrófagos,
sugiriendo que la señal PRL vía STAT 3 tiene propiedades antiapoptosis y
proliferativas. Potencialmente, la PRL podría modular la neuroinflamación o
prevenir o retardar la progresión de la alteración cognitiva. Hay una fuerte
asociación entre riesgo de demencia y diabetes, incluyendo T1DM, T2DM y
diabetes gestacional. Los síntomas y pronóstico de la alteración cognitiva
relacionada con diabetes difieren dependiendo del tipo de diabetes y la edad de
inicio. Hay varios factores como hiperglucemia, hipoglucemia, cetoacidosis
diabética y angiopatía que son considerados potenciales predictores de la
función cognitiva en pacientes con T1DM. Los pacientes T1DM comúnmente
experimentan hiperglucemia, hipoglucemia o ambos. Un estudio longitudinal
reporta que la hiperglucemia está relacionada con disminución de la memoria de
trabajo, mientras la hipoglucemia tiene un impacto sobre la capacidad verbal.
La hiperglucemia aguda (niveles sanguíneos de glucosa > 15 mmol/l) en
adultos con T1DM y T2DM está asociada con pobre rendimiento en actividades
psicomotoras. La microangiopatía (retinopatía y nefropatía) o macroangiopatía
(infarto de miocardio) pueden ocurrir en pacientes con T1DM. Por otra parte,
laT2DM ha sido relacionada con un mayor riesgo de demencia (demencia vascular,
declive cognitivo, alteración cognitiva leve).
La alta presión sanguínea y la
preeclampsia son riesgos conocidos de diabetes mellitus gestacional. No solo la
madre sino también el feto puede ser afectado por la GDM. La GDM puede causar
alteración cognitiva materna a través de neuroinflamación, resistencia a la
insulina, hiperglucemia y estrés oxidativo.
La insulina regula una variedad de
procesos a través de la unión y activación del receptor de insulina y dos
receptores tirosina quinasa relacionados. Los receptores de insulina y sus
rutas de señalización comunes están ampliamente dispersos en el cerebro y
sirven como reguladores de función cerebral, neurogénesis, metabolismo y
balance energético. Varias partes del cerebro como hipocampo, hipotálamo,
cerebelo, corteza cerebral, bulbo olfatorio y amígdala contienen los niveles
más altos de receptores de insulina. Después de la unión de la insulina al
receptor, el receptor se autofosforila y activa las proteínas sustrato de
receptor de insulina (IRS), disparando la cascada fosfatidilinositol 3
quinasa/proteína quinasa B (PI3K/AKT). La AKT inhibe a la GSK3β, la cual ha
sido relacionada con la patogénesis de varias enfermedades neurodegenerativas.
En condiciones de resistencia a la insulina, la ruta de señalización de la
insulina es predominantemente inactivada por la fosforilación de serina en el
receptor de insulina. Durante la neuroprotección, la PRL induce la activación
de NFκB contra el estrés oxidativo. La señal PRL vía STAT3 tiene
características anti-apoptosis y proliferativas.
En conclusión, la evidencia
convergente indica que la PRL y la diabetes juegan un rol importante en la
fisiopatología de la alteración cognitiva. La ruta PI3K/AKT es central a los
mecanismos moleculares que subyacen a la interacción de la PRL y la diabetes en
la alteración cognitiva. La ruta PI3K/AKT podría ser la más involucrada en los
mecanismos moleculares que explican cómo la PRL y diabetes interactúan en la
alteración cognitiva.
Fuente: Nguyen HD et al (2022). Associations
between prolactin, diabetes, and cognitive impairment: a literature review.
Neuroendocrinology 112: 856-873.
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