Desmina y mantenimiento de la homeostasis muscular
La desmina fue descrita por primera vez por Lazarides y
Hubbard en los años 70 y es el principal componente de los filamentos
intermedios (IF) en las células de músculo cardíaco, estriado y liso. Los estudios iniciales
concluyeron que el rol primario de esta red del citoesqueleto es proporcionar
soporte estructural y mecánico. Sin embargo, investigaciones recientes revelan
que la desmina IF influye en varios procesos biológicos, incluyendo miogénesis,
contracción muscular y función mitocondrial. Otras dos redes del citoesqueleto,
microtúbulos y microfilamentos, funcionan principalmente en tráfico
intracelular y motilidad celular, respectivamente. A diferencia de microtúbulos
y microfilamentos que están compuestos de la misma proteína en todos los tipos
de células, las proteínas IF son codificadas por aproximadamente 70 genes
diferentes que son expresados en un tipo de células. Su diversidad puede ayudar
a acomodar las diferentes necesidades biológicas y biomecánicas de los
distintos tipos de células.
Los IF están
estratégicamente posicionados en las miofibrillas en los discos Z, mientras
extienden su envoltura nuclear al sarcolema y organelos membranosos como
mitocondrias y retículo sarcoplásmico.
La yuxtaposición de mitocondrias y sarcómeros es particularmente
relevante para la función muscular y específicamente para los músculos
oxidativos como el corazón. El acoplamiento de mitocondrias y sarcómeros es
crucial para optimizar la utilización de energía en estas células y la
disrupción de la relación espacial entre estos dos organelos es una
característica de disfunción muscular y enfermedad. Esta disrupción resulta
principalmente de alteración de la integridad de IF desmina debida a mutaciones
de la desmina.
Las proteínas IF
son altamente heterogéneas y pueden ser divididas por homología estructural,
modo de ensamblaje intracelular y distribución de tejido en seis subclases. La
mayoría de los genes (54 de 70) codifican los tipos I y II (que comprende las
queratinas), mientras el tipo IV representa los neurofilamentos. Los IF tipo V
representan lamins, los cuales están confinados al núcleo, mientras desmina
(junto con vimentina, proteína acídica glial fibrilar, periferina y sincoilina)
es un tipo III de proteína IF. Todas las proteínas IF exhiben una estructura
tripartita con un dominio central en forma de hélice flanqueado por una cabeza
N terminal y un dominio extremo C-terminal de longitud variable y naturaleza no
helicoidal. Mientras la cabeza y el dominio central del monómero de desmina son
importantes para la polimerización de la desmina, el dominio C-terminal parece
estar involucrado en la determinación de la arquitectura global del ensamblaje
de la red filamentosa madura.
Los IF son filamentosos y altamente elásticos,
una propiedad que es conferida por su estructura terciaria y cuaternaria. Esta
estructura es extremadamente dinámica y rápidamente reacciona a varios
estímulos extra e intracelulares. La fosforilación es una modificación
post-translacional (PTM) de la desmina. Hay varios múltiples sitios de
fosforilación en el monómero de desmina y la fosforilación en el dominio de la
cabeza por varias quinasas facilita la solubilización de los filamentos de
desmina. La desmina es fosforilada en múltiples sitios en el músculo
esquelético durante la atrofia. En el corazón, los IF desmina son
particularmente abundantes en los discos intercalados, las estructuras que
acoplan mecánicamente dos miocitos cardíacos adyacentes. Este acoplamiento
mecánico es mediado por complejos de proteínas de adhesión llamados desmosomas,
los cuales proporcionan soporte mecánico y estructural al tejido muscular
cardiaco. Los discos intercalados también son ricos en uniones gap, las cuales
acoplan eléctricamente las células cardíacas y permiten la propagación de potenciales
de acción de una célula a otra. La desmina también contribuye a la integridad muscular
regulando la función mitocondrial.
Los IF desmina
son críticos para la arquitectura del músculo estriado porque se unen a las
bandas Z y relacionan miofibrillas lateralmente y la membrana plasmática,
mitocondrias, núcleo, túbulos T, SR y placa terminal motora. Estas asociaciones
entre desmina IF y organelos celulares parecen ser mediada por varias proteínas
adaptadoras. Los IF desmina intactos son requeridos para la integridad de las
miofibrillas y proteger al músculo del daño impuesto por estrés mecánico. La
pérdida de desmina durante la atrofia muscular podría ser un evento temprano
que causa destrucción de miofibrillas y tasas desbalanceadas de síntesis y
degradación de proteínas. Los IF tipo III regulan las cascadas de señalización
que controlan apoptosis, motilidad, metabolismo, tamaño celular y
proliferación.
Las múltiples
funciones de la desmina son activadas en paralelo para mantener la homeostasis
muscular y adaptarse a factores fisiopatológicos. Los diferentes roles para la
desmina pueden trabajar de una manera coordinada y balanceada.
Alternativamente, ciertas funciones pueden ser preferidas y dominantes bajo
ciertas condiciones fisiopatológicas. La disrupción o insuficiencia de estas
funciones podría contribuir o aún causar patología muscular. Varias enzimas
claves que afectan la integridad de la desmina (por ejemplo, a través de la
PTM) pueden afectar la remodelación como una respuesta adaptativa o compensadora
a un ambiente fisiológico alterado. Por tanto, aumentando la integridad de los
IF desmina se podría restaurar la homeostasis celular en enfermedades del
músculo cardíaco o esquelético.
En conclusión,
la desmina es el filamento intermedio primario de músculo cardíaco, esquelético
y liso. A través de la unión de las miofibrillas contráctiles al sarcolema y
organelos celulares, la desmina IF contribuye a la integridad estructural y
celular del músculo, la transmisión de fuerza y la homeostasis mitocondrial.
Las mutaciones en desmina causan mala alineación de las miofibrillas, disfunción
mitocondrial y alteración de la integridad mecánica provocando miopatías
cardíacas y esqueléticas en humanos, a menudo caracterizadas por la acumulación
de agregados proteicos. La evidencia reciente indica que los filamentos de
desmina también regulan la proteoestasis y el tamaño celular. En músculo
esquelético, los cambios en la dinámica de los filamentos de desmina pueden
facilitar eventos catabólicos como una respuesta adaptativa a un ambiente
cambiante. Adicionalmente, las modificaciones post-translacionales en el
corazón emergen como determinantes claves de homeostasis y enfermedad.
Fuente: Agnetti A et al (2022). New roles for desmin in the maintenance of muscle homeostasis. The FEBS
Journal 289: 2755-2770.
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