Efectos cardioprotectores de GLP1
La enfermedad
cardiovascular (ECV) es uno de los más serios problemas relacionados con la
salud en pacientes con diabetes tipo2, especialmente en los países
occidentales. La investigación básica y clínica sobre cómo prevenir el inicio y
la progresión de ECV en pacientes con diabetes tipo 2 ha sido una tarea urgente
por décadas. El péptido similar a glucagón 1 (GLP-1) es una de las dos
incretinas que son responsables de ≥50% de la secreción postprandial de
insulina y ha sido intensamente investigado desde la perspectiva de la ECV
debido a sus beneficios cardiovasculares en estudios pre-clínicos. Los
inhibidores de la dipeptidil peptidasa (DPP)-4 y los agonistas del receptor de
GLP-1 (GLP-1R) son dos de las principales terapias basadas en GLP-1 que son
ampliamente usadas clínicamente y que han ganado mucha atención por sus
posibles beneficios cardiovasculares en pacientes con diabetes tipo 2. Las
investigaciones recientes demuestran que algunos agonistas del GLP-1R
incluyendo liraglutide, semaglutide y dulaglutide reducen el riesgo de eventos
cardiovasculares adversos en pacientes con diabetes tipo 2 que tienen una
historia de ECV o múltiples factores de riesgo de ECV. Por otra parte, las
investigaciones hasta el presente no han demostrado que los inhibidores de la
DDP-4, alogliptin, sitagliptin y linagliptin tengan beneficios sobre eventos
cardiovasculares adversos. Aunque los inhibidores de la DPP-4 y los agonistas
del GLP-1R ejercen varios efectos biológicos a través de la activación de la
señal GLP-1R, la diferencia en los resultados de las investigaciones es actualmente
motivo de varios estudios.
En respuesta a la ingesta de comida, el
GLP-1 es liberado por el intestino como una hormona de 30 aminoácidos
[GLP-1(7-36a)]. La degradación de GLP-1(7-36a) es rápidamente catalizada por la
DPP-4, produciendo el metabolito no insulinotrópico GLP-1 (9-36a). El GLP-1
(7-36a) también es clivado por la endopeptidasa neutra 24.11 (NEP24.11) para
formar el péptido no insulinotrópico GLP-1(28-36a). El agonista de GLP-1R
liraglutide, el cual es resistente a la degradación por DPP-4, pero no por
NEP24.11, reduce la ruptura cardiaca y el tamaño del infarto, y mejora el gasto
cardiaco en ratones con infarto de miocardio agudo. El inhibidor de DPP-4,
sitagliptin, y la deleción genética de Dpp-4 reducen la mortalidad después de
infarto de miocardio, y mejoran la recuperación funcional después de un daño
por isquemia-reperfusión ex vivo. Estos resultados inicialmente sugirieron que
el incremento de la activación del IGF-1R por GLP-1 (7-36a) provoca efectos
cardioprotectores. Sin embargo, una serie de evidencias sugieren ahora que el GLP-1 ejerce acciones
cardioprotectoras a través de rutas dependientes e independientes de GLP-1R. Un
estudio en ratones encontró que el GLP-1 (7-36a) incrementa la presión del
ventrículo izquierdo después de lesión
por isquemia-reperfusión en ratones normales, pero no en ratones con
deficiencia de GLP-1R, mientras el GLP-1 (9-36a) aumenta significativamente la
presión del ventrículo izquierdo después de lesión por isquemia-reperfusión en
ambos tipos de animales. Las acciones cardioprotectoras del GLP-1 (9-36a)
fueron bloqueadas por exendin (9-39) aunque fueron preservadas en los ratones
con deficiencia de GLP-1R, sugiriendo que el GLP-1 (9-36a), o su metabolito,
interactúa con un receptor aún no identificado diferente del GLP-1R para
ejercer sus efectos cardioprotectores. Aunque la hipótesis del receptor dual
para la acción cardioprotectora del GLP-1 y sus metabolitos ha sido discutida,
los mecanismos moleculares aún no están claros.
Un estudio reciente proporciona resultados
que explican como el GLP-1 puede ejercer sus efectos cardioprotectores de una
manera independiente de GLP-1R. Los investigadores encontraron que un
metabolito de GLP-1 generado por la NEP24.11, GLP1 (28-36a), reduce el tamaño
del infarto del miocardio, previene la disfunción cardiaca y protege las
células vasculares coronarias del daño por estrés oxidativo en modelos in vivo
e in vitro de lesión por isquemia-reperfusión. Este riguroso estudio demuestra
que el GLP-1 (28-36a) entra en las células endoteliales de arteria coronaria a través de
micropinocitosis y se une a la proteína α mitocondrial trifuncional (MTPα) desviando la utilización de sustrato del
metabolismo oxidativo de ácidos grasos hacia la glucólisis y la oxidación de la
glucosa para incrementar la producción de ATP. El incremento intracelular de
ATP modula al sensor de ATP, adenil ciclasa soluble (sAC), produciendo cAMP y
activando la proteína quinasa A (PKA) para ejercer citoprotección contra el
daño oxidativo. Los efectos cardioprotectores del GLP-1 (28-36a) se pierden en
los ratones con deficiencia de sAC, pero son comparables en ratones normales y
ratones con deficiencia de GLP-1R, confirmando su independencia del GLP-1R. Con
estos hallazgos, surgieron varias preguntas incluyendo su relevancia en la
prevención del inicio y la progresión de ECV por agonistas GLP-1R en pacientes
con diabetes tipo 2.
Aunque los agonistas GLP-1R basados en el
GLP-1 humano (por ejemplo, liraglutide, semaglutide y dulaglutide) que han mostrado
efectos cardioprotectores son susceptibles a la degradación por NEP24.11,
todavía no se sabe si los productos de la degradación pueden unirse a la MTPα y
desviar la utilización de sustrato. Por otra parte, los agonistas GLP-1R
basados en la exendin-4 (por ejemplo, exenatide y lixisenatide) que no han
mostrado efectos cardioprotectores, son resistentes a la degradación por
NEP24.11. Aunque la exendin (9-39) puede
bloquear los efectos cardioprotectores
del GLP-1 (9-36a), se desconoce si también puede bloquear los efectos
cardioprotectores del GLP-1 (28-36a). Tampoco se conoce si los agonistas GLP-1R basados en exendin-4
pueden unirse a la MTPα y desviar la utilización de sustrato. En vista que los
niveles plasmáticos de GLP-1 (28-36a) no han sido investigados intensamente,
sería de interés determinar si los niveles de GLP-1 (28-36a) que pueden ser
activados por la administración de inhibidores de la DPP4, son suficientes para
ejercer efectos cardioprotectores en la diabetes. Asimismo, se requiere
determinar si el GLP-1 (28-36a) puede ser utilizado como una nueva terapia
anti-ECV con menos efectos adversos que los asociados con los agonistas GLP-1R
(por ejemplo, elevada frecuencia cardiaca).
Los hallazgos sobre el GLP-1 (28-36a)
arrojan luces sobre los efectos del GLP-1 en otros tipos de tejidos y células.
Los estudios previos demostraron los
beneficios del GLP-1 y algunos agonistas GLP-1R sobre la enfermedad de hígado
graso no alcohólico en ratones y humanos aunque el hígado carece de la
expresión del GLP-1R convencional. Es posible que metabolitos del GLP-1 y
ciertos agonistas GLP-1R interactúen con la MTPα, la cual es un regulador
crítico de la β-oxidación de ácidos grasos y está íntimamente relacionada con
la patogénesis del hígado graso no alcohólico. Los efectos del GLP-1
independientes del GLP-1R pueden también ser importantes en células y tejidos
que expresan GLP-1R, incluyendo las células β pancreáticas. Es posible que la
unión de MTPα con metabolitos de GLP-1 y potencialmente con agonistas GLP-1R
pueda contribuir al mejoramiento de la función mitocondrial, la cual es crítica para la secreción de insulina inducida
por glucosa. Sobre la base de los hallazgos actuales, los diversos efectos del
GLP-1 y las drogas basadas en GLP-1 en la diabetes necesitan ser reconsiderados
para tomar en cuenta las contribuciones de las acciones dependientes e
independientes de GLP-1R.
En conclusión, el GLP-1 (7-35a) es liberado
por el intestino después de la ingesta de una comida y rápidamente es degradado
en la circulación sanguínea por la DPP-4, produciendo el metabolito no insulinotrópico
GLP-1 (9-36a). El GLP-1 (7-36a), por acción de la NEP24.11, genera otro
metabolito no insulinotrópico, GLP-1 (28-36a), el cual ejerce efectos
cardioprotectores de una manera independiente de GLP-1R. El GLP-1 (28-36a)
entra a las células endoteliales de las arterias coronarias a través de macopinocitosis y se une a la MTPα,
desviando la utilización de sustratos para incrementar la producción de ATP y también
modula a la sAC, y, por tanto,
produciendo cAMP y activando a la PKA para ejercer citoprotección contra
el daño oxidativo.
Fuente: Yabe D
(2020). Cardioprotective effects of GLP-1 (28-36a): a degraded metabolite or
GLP-1´s better half? Journal of Diabetes
Investigation 11: 1422-1424.
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