Neuropéptido W e ingesta de alimentos
El neuropéptido
W (NPW) es el ligando endógeno de los receptores
GPR7
y GPR8. Hay dos formas maduras de NPW, NPW23 y NPW30, que contienen 23 y
30 aminoácidos respectivamente, generadas a partir del mismo gen y altamente
conservadas a través de las especies. La secuencia de aminoácidos del NPW23 es
idéntica a la de los 23 residuos del extremo N-terminal del NPW30. Los
receptores GPR7 y GPR8 están relacionados con los receptores acoplados a
proteína G (GPCR) y exhiben 64% de la secuencia de aminoácidos idéntica. El
NPW30, en comparación con el NPW23, tiene menor potencia pero mayor afinidad
por los receptores. El neuropéptido B (NPB) también es ligando endógeno de GPR7 y GPR8. El NPW y sus receptores son ampliamente
expresados a nivel central y periférico y han sido implicados en diversos
procesos fisiológicos, incluyendo la regulación
de la homeostasis energética, el dolor inflamatorio, el estrés, la
función cardiovascular, el sistema neuroendocrino, el sistema inmune y el
sistema respiratorio.
En roedores, hay abundante expresión de NPW
en áreas cerebrales incluyendo hipotálamo, tallo cerebral y amígdala,
mientras en humanos, el NPW es expresado
principalmente en sustancia negra, cerebelo, hipocampo y amígdala. En el
cerebro humano, muchas regiones expresan GPR7 y GPR8. En roedores, el
hipotálamo es una de las regiones de mayor distribución de NPW y GPR7. La
distribución de NPW, GPR7 y GPR8 en áreas cerebrales que controlan la conducta
alimenticia, el sistema neuroendocrino y el ciclo circadiano sugiere que el NPW
central puede estar involucrado en la regulación de la ingesta de alimentos a
través de diferentes rutas. El hipotálamo es una región central involucrada en
la regulación de la ingesta de alimentos. Varias regiones juegan roles esenciales en el hipotálamo,
incluyendo el núcleo arqueado (ARC), el núcleo paraventricular (NPV), el área
hipotalámica lateral (AHL), el núcleo hipotalámico ventromedial (NVM) y el núcleo dorsomedial (NDM). El ARC es un importante
sitio que recibe impulsos hormonales a través de la circulación y contiene
neuronas neuropéptido Y/péptido relacionado con el agouti (NPY/AgRP) y neuronas
proopiomelanocotina y transcripto regulado por anfetamina (POMC/CART). Los
factores orexígenos activan neuronas
NPY/AgRP e inhiben neuronas POMC/CART,
mientras los factores anoréxicos tienen el efecto contrario con inhibición de
neuronas NPY/AgRP y estimulación de neuronas POMC/CART. Las neuronas NPY/AgRP
se proyectan a otras regiones del hipotálamo incluyendo el NPV, el AHL, el NDM
y el NVM e incrementan la ingesta de alimentos liberando NPY y AgRP. Las neuronas POMC/CART tienen
proyecciones a NPV, NVM y NDM e inhiben la ingesta de alimentos liberando hormona estimulante de melanocitos-α
(α-MSH). La evidencia acumulada sugiere que el NPW puede modular directamente neuronas del ARC
que regulan el apetito. En este contexto, la administración
intracerebroventricular (i,c.v.) de NPW en ratas, específicamente durante la
fase de oscuridad, disminuye la expresión de AgRP e incrementa la expresión de
POMC en el hipotálamo. Más aún, la
inhibición de la ingesta de alimentos por el NPW en ratas fue abolida por el pre-tratamiento
con AgRP o la inhibición de la señal POMC-MC4R. Estos hallazgos sugieren una
potencial ruta anorexigénica del NPW vía neuronas NPY/AgRP y POMC/CART en el
ARC. En el AHL (centro de retroalimentación), las neuronas NPW se localizan próximas a neuronas que contienen
las hormonas orexigénicas orexina o MCH.
La administración i.c.v. de NPW activa las células hipotalámicas que contiene
orexinas, lo cual sugiere que el NPW también modula la ingesta de alimentos a
través de la ruta de señalización de las orexinas. En el sistema nervioso
central hay otras regiones que participan
en la regulación de la ingesta de alimentos, incluyendo al núcleo del tracto
solitario (NTS) en el tallo cerebral, la amígdala, la corteza prefrontal y el
área postrema. El NPW y/o sus receptores son expresados en algunas de estas
áreas.
El rol del NPW sobre la ingesta de alimentos
en el SNC es bifásico. Más específicamente, la administración central de NPW en
ratas alimentadas ad libitum ejerce un efecto orexigénico durante la fase de
luz y un efecto anoréxico durante la fase de oscuridad. Estos datos sugieren
que la regulación de la ingesta de
alimentos por el NPW es controlada por
el sistema circadiano. El GPR7 es expresado abundantemente en el núcleo
supraquiasmático (el marcapaso
circadiano central) en ratones y humanos. Es posible que la expresión central
de GPR7 y/o su función puedan tener ritmicidad circadiana, lo cual podría
explicar el rol bifásico del NPW en la
ingesta de alimentos. El estatus de alimentación es otro factor a considerar.
Cuando el NPW es administrado i.c.v.
durante la fase de luz a ratas en ayuno, la ingesta de alimentos es inhibida,
lo cual es opuesto a lo observado en ratas alimentadas ad libitum. Por lo
tanto, la evidencia sugiere que el efecto del NPW sobre la ingesta de alimentos
depende del estatus nutricional, lo cual podría predominar sobre cualquier
variación circadiana en el rol del NPW sobre la ingesta de alimentos.
Los efectos del NPW sobre la ingesta de
alimentos podrían depender del sitio de
acción en las diferentes regiones cerebrales. Aunque la inyección de NPW en el NPV o el AHL induce efectos
orexigénicos, el efecto de la inyección en el NPV ocurre más tempranamente,
requiere una dosis menor y dura más de 24 horas. Por el contrario, la inyección
en el AHL tiene un efecto orexigénico inicial y una reducción global de la
ingesta de alimentos por más de 24 horas. Por lo tanto, el NPW inyectado puede
difundir a través de diferentes regiones cerebrales para causar efectos bifásicos sobre la
ingesta de alimentos, particularmente en altas dosis. Por otra parte, es posible una interacción
entre los diversos roles del NPW sobre la ingesta de alimentos y la respuesta
al estrés generada por cambios en el ambiente local, incluyendo factores como
manipulación y habituación. El estrés está asociado con alteraciones en la
ingesta de alimentos, anorexigénicas u orexigénicas, en ratones. La evidencia
sugiere que el NPW puede, al menos parcialmente, modular la ingesta de
alimentos a través de la respuesta al estrés. En este contexto, hay estudios
que indican que el efecto inhibidor del NPW central sobre la ingesta de
alimentos es atenuado por un antagonista
de la hormona liberadora de corticotropina (CRH), una hormona que juega un
importante rol en la respuesta al estrés y la inhibición de la ingesta de
alimentos. Esto es consistente con otro reporte que demuestra que la
administración central de NPW induce cambios en las hormonas relacionadas con
el estrés así como respuestas al estrés incluyendo aumentos de la temperatura
corporal, el consumo de oxígeno, la producción de calor, la presión arterial y
la frecuencia cardiaca. El estrés, por su parte, puede influir en los efectos directos del NPW
sobre la regulación de la ingesta de alimentos en el hipotálamo.
En humanos, la presencia de NPW ha sido
identificada en los sistemas endocrino, reproductivo, digestivo, inmune y
respiratorio. La distribución de GPR7 y GPR8 es expresada en algunas, pero no
en todas las regiones donde es expresado el NPW. Estos datos indican que el NPW
periférico puede estar involucrado en la regulación de la ingesta de alimentos
y la homeostasis de energía a través de múltiples rutas. En la periferia, las
señales reguladoras del apetito derivan principalmente del tejido adiposo, el
páncreas y el tracto gastrointestinal (TGI). Las señales generadas en el tejido
adiposo y el páncreas generalmente reflejan el nivel de energía almacenada y están involucradas en la regulación a largo
plazo de la ingesta de alimentos. Las señales del TGI (nutrientes, estimulación
mecánica y hormonas) generadas en respuesta a la ingesta de alimentos reflejan
principalmente el estatus nutricional agudo y están involucradas en la
regulación a corto plazo de la ingesta de alimentos y el tamaño de la comida.
Estas señales son transmitidas al SNC vía circulación sanguínea y/o rutas
neuronales aferentes. Cómo el NPW periférico está involucrado en la
regulación de la ingesta de alimentos no
está claro. En ratas, la inyección subcutánea de NPW durante la fase de luz,
reduce transitoriamente los niveles circulantes de leptina. Adicionalmente, el
NPW puede potenciar la liberación de insulina en el páncreas.
El NPW es abundantemente expresado en las
células G que liberan gastrina en el
antrum gástrico de ratas y humanos. El NPW30 es tres veces más abundante que el
NPW23 en el estómago de la rata. En roedores, la expresión de NPW en el estómago
es regulada por la edad, la ingesta/restricción de alimentos, el embarazo y
ciertas hormonas. Los niveles de NPW en la mucosa gástrica de la rata
disminuyen después del ayuno y aumentan después de la re-alimentación
presumiblemente debido a la estimulación de la liberación gástrica de NPW en
respuesta a la ingesta de alimentos. Las hormonas del TGI como la leptina y el
péptido YY, moduladas por la conducta alimenticia, están involucradas en la
regulación de la ingesta de alimentos y la homeostasis de energía. Una vez
liberadas, estas hormonas pueden transmitir información a las regiones
centrales relacionadas con la
homeostasis de energía bien porque entran en la circulación o porque activan o
modulan las fibras aferentes vagales que inervan al intestino. Por lo tanto, es
posible que el NPW liberado por el estómago también tenga un rol en la conducta
alimenticia y la homeostasis de energía, probablemente a través de una acción
sobre las aferentes vagales más que por vía sanguínea. La respuesta aferente
vagal a la distención mecánica del estómago es una importante señal de saciedad
de la periferia al SNC. El efecto inhibidor del NPW sobre los receptores
gástricos de tensión puede ser un importante proceso fisiológico que facilita
la ingesta de alimentos en el inicio de una comida. Este efecto gradualmente
puede ser superado por señales de
saciedad, como la leptina, a medida que la comida progresa resultando en la finalización de la comida. El
NPW también interactúa con los nervios entéricos gástricos. El receptor GPR7 es
expresado en neuronas entéricas del plexo mientérico en el estómago de ratón.
El NPW liberado por el estómago no es un contribuyente mayor de los niveles
circulantes de NPW posiblemente debido a su rápida degradación en el hígado. El
hecho que los niveles plasmáticos de NPW no son afectados por la estimulación
relacionada con alimentos y la secreción gástrica de NPW, sugiere que la
secreción de NPW puede ser más
importante actuando en el estómago,
posiblemente sobre las aferentes vagales.
Aunque los ratones NPW-knockout no
desarrollan obesidad, no se puede
excluir la posibilidad que el NPW está involucrado en la homeostasis de energía
a larga duración. La administración crónica de NPW, en ratas, reduce el peso
corporal y la ingesta de alimentos e incrementa el gasto de energía.
Adicionalmente, un estudio in vitro demuestra que el NPW aumenta la lipólisis
en adipocitos a través de la activación del GPR7, lo cual podría provocar una
disminución en el contenido de grasa en los adipocitos. El efecto del NPW sobre
la homeostasis de energía podría ser independiente de la leptina. Por otra
parte, los resultados de estudios en ratones sugieren que las hormonas sexuales
pueden estar involucradas en la señal GPR7 involucrada en la homeostasis de
energía. En roedores, tanto NPW como GPR7 son abundantemente expresados en las células que secretan esteroides en
ovario y testículo. La inyección intraperitoneal (i.p.) de NPW
en ratas aumenta significativamente los niveles plasmáticos de estradiol y
testosterona. Dado que las hormonas sexuales son factores importantes en la regulación de la ingesta de alimentos y el peso
corporal, es posible que ocurra una interacción de NPW con hormonas sexuales en
el balance energético.
En conclusión, el NPW y sus receptores están
ampliamente distribuidos en áreas importantes en la regulación de la ingesta de
alimentos y la homeostasis de energía. Aunque el rol preciso del NPW en la
conducta alimenticia no está claro, la evidencia apoya sus roles en el control
de la ingesta de alimentos y la homeostasis de energía a largo plazo a través
de rutas centrales y periféricas. El NPW puede regular directamente áreas
cerebrales que controlan la conducta alimenticia e indirectamente afecta la
ingesta de alimentos a través de acciones en sitios centrales involucrados en
la regulación de los ciclos circadianos y el estrés.
Fuente: Li H et
al (2018). The role of neuropeptide W in energy homeostasis. Acta Physiologica
222: 1-12.
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