Acciones de las
gonadotropinas en la espermatogénesis
La espermatogénesis es regulada por una compleja red de acciones endocrinas, paracrinas y
yuxtacrinas que involucra células de
Sertoli, células de Leydig, células peritubulares y células germinales. Las
gonadotropinas hormona luteinizante (LH)
y hormona estimulante de folículos
(FSH), juegan roles importantes en la actividad de las células de Leydig y las
células de Sertoli, respectivamente. En el estudio de los roles de las
gonadotropinas se han usados ratones con deficiencia de GnRH (hpg), animales
hipofisectomizados y compuestos como el etano dimetano sulfonato (EDS). Sin
embargo, los mecanismos precisos de la LH o la FSH individualmente han sido
demostrados usando ratones gonadotropina “knock out” (KO) y receptor KO. Los
datos clínicos disponibles con respecto a la espermatogénesis humana y los
desordenes de la espermatogénesis están relacionados con la información
obtenida en estos estudios básicos.
La LH tiene un rol central en la producción de
testosterona a través de la estimulación de las células de Leydig, las cuales
existen fuera de los túbulos seminíferos y poseen receptores de LH (LHR). El
principal rol de las células de Leydig es la producción de testosterona. El
análisis transcriptoma de tejido testicular
de ratones LHR-KO (LuRKO) y ratones LuRKO tratados con testosterona
indica que la mayoría de los defectos en la expresión de genes en el testículo en ausencia de las acciones
de LH pueden ser corregidos con la administración de testosterona. Estos datos
sugieren que la producción de testosterona es el principal rol de las células
de Leydig. El efecto de la LH sobre las células de Leydig para la producción de
testosterona tarda solo unos pocos minutos. La testosterona es producida a
partir de la progesterona, que a su vez deriva del colesterol, por un
incremento en las concentraciones intra-testiculares de AMPc. La etapa
limitante de la síntesis de testosterona
depende de la proteína reguladora de la esteroidogénesis aguda (StAR), la cual
está presente en la membrana mitocondrial externa. La estimulación crónica de
LH también es requerida para mantener la expresión del gen StAR. Por lo tanto,
la activación y expresión de StAR son reguladas por una combinación de
estimulación aguda y crónica de LH. En vivo, la LH es secretada rítmicamente
por la hipófisis anterior bajo la regulación de la GnRH y el sistema nervioso
central. La testosterona tiene un rol paracrino en el testículo para el
mantenimiento de la espermatogénesis. Adicionalmente, la testosterona es
secretada en la circulación sistémica y lleva a cabo funciones sexuales
(libido, erección del pene y eyaculación) y anabólicas (volumen muscular,
densidad ósea, etc). El receptor de andrógeno (AR), blanco primario de la
testosterona, existe en todo el cuerpo,
pero principalmente en los genitales masculinos. En el testículo, las células
de Sertoli son blanco de la testosterona y la dihidrotestosterona (DHT) a
través del AR y secretan productos que estimulan a las células germinales de
una manera paracrina. Las células de Sertoli también son blanco de la FSH a
través del receptor de FSH (FSHR). De manera que, las células de Sertoli son
reguladas por la FSH y los efectos paracrinos de la testosterona para mantener
la espermatogénesis.
La testosterona es uno de los factores más importantes
para iniciar y mantener la espermatogénesis. Sin embargo, los mecanismos
precisos de estos efectos de la testosterona son pobremente entendidos. Los
ratones LHbeta KO tienen el fenotipo de
un macho normal, pero son infértiles y con retardo en el crecimiento de órganos
reproductivos secundarios como epidídimo
y próstata, y con la espermatogénesis detenida en el estadio de espermátide
redonda. Por mucho tiempo prevaleció el concepto que la FSH era más importante
para la espermatogénesis que la LH. Sin embargo, los hallazgos en ratones LuRKO
revelaron la importancia de la acción de la LH para la espermatogénesis. En la actualidad, la regulación de la espermatogénesis
por gonadotropina ha pasado de la dominancia de la FSH a la dominancia de la
LH porque LHR KO causa infertilidad
mientras FSHR KO no.
Las principales etapas dependientes de testosterona
durante la espermatogénesis ocurren durante la espermiogénesis, la etapa
post-meiosis para la progresión de espermátide redonda a espermatide alargada
en la fase final de la espermatogénesis. En roedores, la espermiogénesis es
altamente dependiente de testosterona intratesticular (TIT). Similar a los resultados con ratones LuRKO, los
ratones con AR específico de células de Sertoli (SCAR) KO presentan
infertilidad y maduración detenida
durante el proceso de meiosis.
Este modelo animal histológicamente se parece al paro maduracional (MA) en
hombres con azoespermia no obstructiva (NOA) y apoya la observación que la expresión de SCAR es menor en humanos
con MA temprano que en humanos con MA
tardío. Adicionalmente, una alta ITT es necesaria para la transición de
espermatogonia tipo A a espermatogonia tipo B en la etapa inicial de la
espermatogénesis. La testosterona generalmente tiene un rol menor en la
proliferación de espermatogonias, pero está involucrada en la supervivencia de
espermatocitos y espermátides, presumiblemente a través de mecanismos
anti-apoptosis. En humanos y roedores, el AR se localiza en el núcleo de
células de Sertoli, células miodes peritubulares, células de Leydig y
fibroblastos. Varios estudios han descrito la localización de AR en células
germinales, principalmente en espermatogonias y espermatocitos. Sin embargo, el
estudio de biopsias de testículo humano ha confirmado la ausencia de AR en
células germinales.
La acción clásica de la testosterona sobre las células de
Sertoli involucra la unión de DHT con AR y la posterior regulación directa
de genes por el complejo DHT-AR. Sin embargo, un estudio con cultivos de
células de Sertoli de rata reporta que la testosterona activa rápidamente la
ruta MAPK y factores de transcripción CREB de una manera dependiente de AR, lo
que indica que la testosterona puede actuar sobre las células de Sertoli de una
manera no clásica. Un estudio reciente encontró que la testosterona unida al AR
fosforila rápidamente SRC seguida de la fosforilación de ERK y la modulación de
la expresión de genes CREB. Esta acción no clásica de la testosterona fue
propuesta como importante para la espermatogénesis porque la espermatogénesis
es bloqueada durante la meiosis in vivo si esta ruta no clásica es suprimida aunque
la ruta clásica de señalización se mantenga activa.
La testosterona está presente en altas concentraciones en
los testículos, variando entre 100-1000 veces mayores que las concentraciones
circulantes. En humanos, la ITT es 150 veces que la concentración circulante de
testosterona y 25 a 30 veces mayor que en la rata. 5-10% de la ITT normal es requerida para iniciar y mantener la
espermatogénesis. El nivel de testosterona en testículo tiene una variedad de
rangos efectivos y la espermatogénesis puede ser ejecutada en un amplio rango
con una variada producción de espermatozoides. El nivel óptimo de ITT para
producir espermatozoides no está claro y podría no ser el mismo entre los
individuos debido a los diferentes niveles de expresión de AR y otros factores.
Varios marcadores plasmáticos pueden ser capaces de predecir la ITT, incluyendo
factor similar a insulina 3, hormona anti-mülleriana, inhibina B y
17-hidroxiprogesterona.
Varios reportes han identificado factores de crecimiento
derivados de las células de Leydig para la proliferación de espermatogonias.
Entre ellos, los factores de crecimiento similares a EGF juegan roles
importantes en la espermatogénesis. Otro estudio reporta la transactivación del
receptor de EGF (EGFR), un receptor tirosina quinasa, a través de la activación del LHR, un receptor acoplado a proteína G.
Los factores de crecimiento similares a EGF que se unen al EGFR incluyen a EGF,
EGF unido a heparina, anfiregulina, epiregulina, betacelulina y factor de
crecimiento transformante-α (TGF-α). La presencia de EGF unido a heparina,
anfiregulina y TGF-α está asociada con la espermatogénesis en el testículo
humano. Otros estudios recientes reportan que EGF, TGF-α y betacelulina
estimulan la proliferación de espermatogonias, especialmente espermatogonia
tipo A.
Las células de Sertoli, las cuales se localizan en los
túbulos seminíferos, apoyan directamente la espermatogénesis bajo la regulación
de la FSH y la testosterona. La FSH es
esencial para la inducción y el mantenimiento cualitativo y cuantitativo de la
espermatogénesis. Los ratones FSHβ KO tienen niveles circulantes de
testosterona normales y desarrollo normal de los genitales externos. Estos
ratones, a diferencia de los ratones LuRKO,
son fértiles con volumen testicular disminuido y espermatogénesis no
alterada completamente. A partir de estas observaciones, es fácil entender que la
FSH per se no es necesaria para la espermatogénesis y que el principal
rol de la FSH es incrementar la cantidad de espermatozoides producidos en
sinergia con la ITT. La ITT también
regula hacia arriba al AR en las células de Sertoli y aumenta la función de las
células de Sertoli. En el tratamiento del hipogonadismo hipogonadotrópico
masculino, el pre-tratamiento con FSH recombinante humana (rhFSH) aumenta la
espermatogénesis final en comparación con el régimen de tratamiento clásico, el
cual comienza con gonadotropina coriónica humana (hCH). Esto indica que la
proliferación de espermatogonias
inducida por FSH aumenta la espermatogénesis. Varios estudios en animales con deficiencia
de gonadotropinas han demostrado que la FSH sola no es capaz de completar la
espermatogénesis, excepto por un pequeño incremento en el número de
espermatogonias y espermatocitos premeiosis. La FSH estimula la proliferación
prenatal y prepuberal de células de Sertoli y determina su número
final, lo cual afecta el tamaño de los túbulos seminíferos y los testículos. En
adultos, la FSH estimula la síntesis de ADN en espermatogonias y espermatocitos
preleptotene y actúa como factor de supervivencia de estas células germinales
actuando sobre las células de Sertoli. A través de la estimulación de estas
etapas, la FSH estimula pasivamente, pero no directamente, las etapas de la meiosis y regula la espermatogénesis.
Hay numerosos reportes sobre el rol de los factores derivados de células de
Sertoli que apoyan la espermatogénesis, incluyendo proteína de unión de
andrógenos, transferina, ceruloplasmina, activador del plasminógeno, TGF-α,
TGF-β, IL-1α, inhibina B y hormona anti-mülleriana.
Fuente: Shiraishi K y Matsuyama H (2017). Gonadotropin actions on spermatogenesis and hormonal
therapies for spermatogenic disorders. Endocrine Journal 64:123-131.
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