Los estrógenos y la acción de
la insulina
Los estudios clínicos han revelado un rol protector del 17β-estradiol (E2),
el principal estrógeno circulante, contra el síndrome metabólico y la
diabetes. En un estudio prospectivo, el
riesgo de diabetes se redujo 62% en
mujeres con terapia de reemplazo hormonal
con respecto a individuos que nunca usaron dicha terapia. La terapia de
reemplazo hormonal también mejora el control de la glucosa en mujeres con
diabetes pre-existente y el E2 en dosis moderadas (0,625 mg) incrementa la
sensibilidad a la insulina, pero dosis mayores (1,25 mg) de E2 o el
co-tratamiento con progestinas atenúan
este beneficio.
El E2 lleva a cabo sus efectos a
través de tres receptores: ERα, ERβ y un receptor acoplado a proteína G (GPER),
recientemente descrito. Las variaciones en la acción del E2 dependen de la
distribución relativa y la abundancia de ER en los diferentes tejidos y de sus localizaciones intracelulares. El ERα es el receptor primario del E2 en la mayoría de los tejidos
reproductivos y en los tejidos sensibles
a la insulina. Los ER tienen similitudes estructurales con los demás miembros de la familia de receptores nucleares. El
dominio A/B en el extremo N-terminal contiene una activación funcional (AF1),
la cual es independiente de ligando y tiene actividad promotor –y célula-
especifica. El dominio de unión al ADN
reside en el dominio C mientras que la señal de localización nuclear
está en el dominio D. El dominio E en el extremo C-terminal es el sitio para la unión del ligando y
contiene una AF2 dependiente de ligando.
Hasta el presente, La función del dominio F es desconocida. Aunque ERα y ERβ
tiene homología en los dominios de unión al ADN y al ligando, difieren
especialmente en las secuencias N-terminal y C-terminal. Hay evidencia que el
ERβ puede tener menos actividad transcripcional nuclear que el ERα.
En la ruta clásica de señalización intracelular del E2, dos ER se
dimerizan cuando son estimulados
por la unión del E2 y posteriormente se
translocan al núcleo, en donde desencadenan
una respuesta transcripcional. Estos
efectos genómicos son mediados por el complejo E2-ER a través de la unión
directa con los elementos de respuesta a
los estrógenos (ERE) y coactivadores para formar un complejo
transcripcional o mediante la unión a
coactivadores transcripcionales para inducir indirectamente la transcripción de genes.
La ruta de señalización no clásica opera de manera independiente de la
unión ER-ERE e involucra interacciones proteína-proteína que desencadenan
efectos genómicos y no genómicos. Los efectos no genómicos involucran la interacción del ER localizado
en la membrana con proteínas adaptadoras como la c-Src y una señalización
rápida vía proteína quinasa activada por mitogeno (MAPK), proteínas G, proteína
quinasa B (PKB)/PI3K y proteína quinasa C (PKC). El E2 también activa señales no genómicas vía
GPER. Esta señal es rápida y dispara la liberación de Ca2+ intracelular, la
producción de AMPc o la activación de la proteína c-Src con la subsiguiente
activación de la MAPK o de quinasas dependiente de calcio-calmodulina. La
evidencia acumula sugiere que la señal ERα no clásica media la mayoría de los
efectos del E2 sobre el balance
energético. La actividad del E2 también
depende de su biodisponibilidad, la cual
es determinada primariamente por la
globulina de unión a hormonas sexuales (SHBG). La SHBG transporta y regula la actividad de andrógenos y
estrógenos a través de la regulación de su distribución en el plasma y el acceso de estas hormonas a sus tejidos
blancos. Los ER también pueden localizarse en la mitocondria y potencialmente inducir acciones genómicas y
no genómicas.
El E2 influye en la homeostasis de la glucosa a través de múltiples sistemas con efectos
específicos en cada órgano primariamente
vía ERα. El E2 puede regular la
acción de la insulina directamente a
través de sus acciones sobre los tejidos sensibles a la insulina o
indirectamente regulando factores como el estrés oxidativo, el cual contribuye
a la resistencia a la insulina. En el músculo
esquelético, el ERα tiene un efecto positivo sobre la señal de insulina y la expresión de GLUT4 mientras los ERβ
pueden ser prodiabetogénicos y causar una disminución de la expresión de
GLUT4. El rol del ERα en el hígado ha
sido estudiado en ratones que carecen de este receptor en el hígado y
alimentados con dieta rica en grasas. En estos ratones, la insulina falla en
suprimir la producción hepática de glucosa, un dato que es indicativo de
resistencia a la insulina en el hígado. El E2 también puede llevar a cabo
sus efectos reguladores sobre la acción de la insulina a través de la reducción de la inflamación. La
inflamación en la obesidad induce la
expresión de aromatasa en el tejido adiposo, lo cual incrementa la producción
de E2 para suprimir la inflamación de una manera paracrina. El E2 también regula
la función de las células β del páncreas a través del ERα. Los efectos
protectores del E2 sobre las células β
son primariamente no genómicos. Por otra parte, los efectos del E2 en el
metabolismo también son controlados centralmente a nivel del hipotálamo
regulando el apetito.
Una teoría en desarrollo de
resistencia a la insulina establece que
el estrés oxidativo crónico activa quinasas como JNK e IIKβ, las cuales inhiben
la activación de intermediarios de la ruta de señalización de la insulina. El E2
suprime el estrés oxidativo, a través de acciones genómicas y no genómicas,
activando rutas que previenen la
generación de especies reactivas de oxigeno (ROS) e incrementando la eficiencia
del atrapamiento de ROS.
El E2 claramente ejerce una regulación positiva sobre la acción de la insulina. Sin embargo,
esta relación no se presenta con niveles altos de E2 como ocurre en mujeres
con ovarios poliquisticos, obesidad o embarazo, que se caracterizan por
resistencia a la insulina. Las mujeres postmenopáusicas obesas tienen mayores
niveles circulantes de E2 que las
mujeres postmenopáusicas delgadas. Por otra parte, dosis suprafisiológicas de
E2 suprimen la oxidación de la glucosa estimulada por insulina mientras que las
concentraciones bajas de E2 incrementan la captación de glucosa.
Las mujeres tienden a acumular grasa en las regiones subcutáneas mientras los
hombres tienden a tener adiposidad visceral, lo cual se correlaciona
positivamente con mayor riesgo de
enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico. Después de la menopausia,
la adiposidad es mayor en el área
visceral y por consiguiente la incidencia de enfermedades cardiovasculares y
síndrome metabólico incrementa en las mujeres. Dos mecanismos han sido
propuestos para explicar el cambio en la distribución de grasas con la
menopausia. (1) La influencia del E2 sobre los receptores adrenérgicos altera las características del almacenamiento
de lípidos en los depósitos de grasas. El E2 puede alterar
el balance entre los receptores β1-2 lipolíticos y los receptores α2
anti-lipolíticos en los depósitos
subcutáneos y los viscerales. (2) La distribución alterada de ERα y ERβ en los
depósitos de grasas permite al E2
modular la distribución de grasa entre los depósitos. Los hombres tienen
menos ERα en sus depósitos viscerales y por tanto tiende a almacenar más grasa
visceral. Una mayor relación ERα/ERβ en los depósitos viscerales pueden limitar
la acumulación de grasa en las mujeres premenopáusicas. Después de la menopausia,
el tejido adiposo se convierte en la principal fuente de E2 y la
conversión de precursores de E2 en E2
por acción de la aromatasa ocurre principalmente en el depósito visceral. Este
depósito puede incrementar su tamaño en
un esfuerzo por atenuar la deficiencia de E2 en la menopausia.
La mujer menopáusica a menudo sufre
de bajos niveles de energía, debilidad
muscular, disminuida capacidad para el ejercicio y susceptibilidad a la
ganancia de peso. Estos síntomas pueden
resultar por una depleción de
energía debido a disfunción mitocondrial. Estudios recientes demuestran que el E2 juega
un rol regulador de la función mitocondrial.
El E2 modula varios aspectos de la función mitocondrial, incluyendo la
producción de ATP, la generación del potencial de membrana mitocondrial, la
biogénesis mitocondrial y la regulación de las concentraciones de calcio. Los
ER pueden regular la función mitocondrial a través de mecanismos genómicos y no
genómicos. La evidencia reciente sugiere que los ER se localizan en la mitocondria y pueden disparar
directamente sus efectos. El ERα es esencial para el incremento mediado por E2
de proteínas de la cadena respiratoria y
proteínas antioxidantes involucradas en
la defensa contra el estrés oxidativo. El ERβ, sin embargo, puede regular negativamente la expresión del
ARNm de las subunidades codificadas en
el núcleo de los complejos de la cadena respiratoria. El E2 también puede influir en la función
mitocondrial alterando la formación de
ROS e inducir repuestas antioxidantes. El mecanismo para la
acción genómica del E2 sobre la función
mitocondrial puede ocurrir vía transcripción
por la translocación del complejo
E2/ER o a través de la activación
transcripcional de genes mitocondriales
por los ER localizados en las mitocondrias. Los ER mitocondriales pueden
inducir la transcripción mediante la unión de elementos similares a los ERE en
el genoma mitocondrial. Los GPER pueden
regula la función mitocondrial previniendo la apertura de los poros de
permeabilidad a través de la activación
de la ruta Erk.
En conclusión, el efecto del E2
sobre la acción de la insulina es una combinación de muchos factores: (1) efectos directos sobre la señal insulina en
los tejidos sensibles a la insulina, (2) efectos sobre la liberación de
insulina por las células β del páncreas, (3) rol en el metabolismo del tejido
adiposo y el gasto de energía, (4)
efectos sobre la producción hepática de glucosa y, (5) efectos en el hipotálamo
para regular la ingesta de alimentos. Los efectos metabólicos del E2 son
mediados primariamente por el ERα. El ERα dispara los efectos metabólicos del
E2 a través de mecanismos genómicos, no
genómicos y mitocondriales.
Fuente: Gupte AA et al (2015). Estrogen:
an emerging regulator of insulin action and mitochondrial function. Journal of Diabetes Research, Article ID
916585.
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