La regulación de la grelina
circulante
La grelina es un péptido de 28 aminoácidos con una n-octanoilación en su tercer residuo serina necesaria para la unión con su receptor
GHS-R. Esta modificación es mediada por
una O-aciltransferasa unida a membrana, la grelina O-aciltransferasa o GOAT. La grelina estimula la secreción de hormona de crecimiento, la
ingesta de alimentos, la secreción gástrica y el vaciamiento gástrico; y suprime la utilización de grasas y la
secreción de insulina. La mayor parte de la grelina circulante deriva del estómago, donde es producida por
las llamadas células similares a X/A, un tipo de célula gástrica que representa
20-25% de las células endocrinas en las glándulas oxínticas del estómago.
Una pequeña pero significativa cantidad de grelina es producida en
duodeno, yeyuno, ileum y ciego. Fuera del tracto gastrointestinal, la grelina
es detectada, en niveles bajos, en
hipotálamo, páncreas, tiroides, riñón, testículo y placenta.
Los niveles circulantes de grelina tienen un ritmo circadiano, con
incremento antes de las comidas y disminución después de las comidas. El ayuno incrementa los niveles plasmáticos
de grelina, mientras que la ingesta de alimentos los disminuye. Estas
observaciones conjuntamente con su efecto
orexigénico han llevado a considerar a
la grelina como un factor de iniciación de la ingesta de alimentos. Sin
embargo, la alteración genética de la
grelina o la destrucción de las células productoras de grelina en ratones
adultos no afecta la conducta alimenticia, lo que sugiere que la grelina podría no ser requerida para la iniciación de la ingesta de
alimentos. El mecanismo por el cual los niveles circulantes de grelina son
regulados por la ingesta de alimentos no es completamente entendido. En
roedores, los niveles de grelina no disminuyen con la ingesta de agua y la
oclusión del píloro previene la reducción de los niveles
plasmáticos de grelina inducida por la glucosa, lo que indica que la distensión
gástrica no es la causa de la supresión de grelina después de las comidas al
tiempo que sugiere que algún mecanismo post-gástrico podría estar involucrado. Un posible factor es la absorción de
nutrientes como glucosa, aminoácidos o ácidos grasos. Varios estudios han encontrado que los
niveles postprandiales de grelina
disminuyen en proporción con la
cantidad de calorías ingerida y que la composición de nutrientes de las comidas
afecta de forma diferente los niveles plasmáticos
de grelina. Otros posibles mecanismos son indirectos e involucran hormonas gastrointestinales o
pancreáticas. La ingesta de comida
estimula hormonas como péptido
glucagonoide-1 (GLP-1), péptido inhibitorio gástrico (GIP), péptido YY, colecistoquinina
(CCK) e insulina. Estas hormonas juegan
varios roles en la digestión y absorción
de nutrientes, el metabolismo de la glucosa, la finalización de las
comidas y la saciedad. Los cambios
circadianos en los niveles circulantes de grelina también pueden ser controlados, en alguna extensión, por
señales neurales del sistema nervioso central. El patrón circadiano de los
niveles plasmáticos de grelina puede ser observado aun en sujetos en estado de
ayuno por 24 horas. Por otra parte, el pico de los niveles de grelina difiere
entre los sujetos, reflejando sus intervalos
de ingesta de alimentos. Estas observaciones no pueden ser explicadas
solo por regulaciones nutricionales u hormonales, lo que sugiere que un nivel
superior de control circadiano podría estar involucrado.
Además del control circadiano, los niveles circulantes de grelina son
regulados crónicamente y aparentemente
responden al estatus energético del
cuerpo. Los niveles de grelina son
suprimidos en la obesidad, pero son elevados
en sujetos delgados, incluyendo pacientes con anorexia nerviosa o
caquexia. Hay una correlación negativa
entre los niveles circulantes de grelina y el índice de masa corporal. La
pérdida de peso incrementa los niveles circulantes de grelina, mientras que la
ganancia de peso los disminuye. Estas observaciones sugieren que la grelina no
es la causa de la obesidad o la delgadez, pero forma parte de los mecanismos
compensatorios que mantienen la homeostasis energética del cuerpo. Algunos de los factores que reflejan el
estatus energético pueden ser responsables de los cambios en los niveles de
grelina. Por ejemplo, los niveles de
ácidos grasos libres y de insulina
incrementan con la acumulación de grasa
y suprimen la secreción de grelina. No está claro en qué
extensión cada uno de estos factores contribuye a los cambios en los niveles de
grelina. Un caso excepcional en el cual los niveles de grelina se elevan
desproporcionadamente con relación al índice de masa corporal es el síndrome de
Prader-Willi, un desorden genético que se caracteriza por corta estatura,
retardo mental, características dimórficas, hipotonía muscular y obesidad. La
elevación de grelina en estos pacientes puede contribuir a incrementar el
apetito y la ganancia de peso. Sin embargo, la supresión de grelina por la
administración de somatostatina no afecta al apetito.
Nutrientes como glucosa, aminoácidos o ácidos grasos afectan la
secreción de grelina. Una carga de glucosa, oral o
intravenosa, suprime la grelina
circulante. No está claro si la glucosa afecta directa o indirectamente la secreción de grelina. Los reportes de los
estudios relacionados con los efectos de los aminoácidos sobre la secreción degrelina
son inconsistentes. Mientras algunos estudios señalan que una mezcla de
aminoácidos incrementa los niveles circulantes de grelina en humanos, otros
estudios reportan que una mezcla de aminoácidos suprime la grelina circulante
en ratas. Pocos estudios han examinado el efecto de aminoácidos simples sobre
la secreción de grelina. El triptófano no tiene efectos en humanos, pero ejerce
un efecto estimulador sobre la grelina circulante en modelos animales. La arginina tampoco tiene efectos sobre la
secreción de grelina. La ingesta oral o
la infusión intravenosa de lípidos, especialmente ácidos grasos de cadena
larga, suprimen los niveles plasmáticos
de grelina. El receptor de ácidos grasos de
cadena larga, FFAR4 es expresado
en las células productoras de grelina. Los ratones que carecen de FFAR4 tienen altos niveles circulantes de grelina, lo que sugiere que el FFAR4 juega
un rol fisiológico en la regulación de la secreción gástrica de grelina. Las
células productoras de grelina también expresan receptores de ácidos de cadena
corta FFAR2 (GPR43) y FFAR3 (GPR41). Los ácidos grasos de cadena corta, como
acetato o propionato, suprimen la secreción de grelina principalmente a través
de la activación de FFAR2. Como se
mencionó anteriormente, la enzima GOAT
es la responsable de la acilación de la grelina. Los ácidos grasos de cadena media derivados de las comidas, como el ácido
octanoico, pueden ser usados para esta reacción y los animales alimentados con
dieta rica en ácidos grasos de cadena media
exhiben altos niveles circulantes de grelina. Por otra parte, la adición de ácido octanoico en el medio incrementa la secreción in vitro de grelinaacilada por células productoras de
grelina. Un estudio reciente reporta que las células productoras de grelina
expresan altos niveles de receptor de lactato GPR81 y que el lactato suprime la
secreción de grelina. Los investigadores
sugieren que esta supresión podría estar relacionada con la supresión de grelina durante el
ejercicio observada en algunos estudios.
La secreción de grelina es regulada
por varias hormonas. Los estudios in vivo, sin embargo, han proporcionado resultados conflictivos
porque cada hormona puede afectar a otra hormona de una manera que depende de las condiciones experimentales, lo cual a
su vez puede afectar indirectamente la
secreción de grelina. Los estudios basados en células han revelado los
receptores expresados en las células que
producen grelina. Algunas hormonas influyen directamente en la secreción de
grelina a través de receptores que son
expresados en niveles altos en estas células.
Sin embargo, estas observaciones no pueden considerarse definitivas por
el hecho de que el nivel de expresión delARNm
que codifica a un receptor particular no siempre predice la acción de un ligando sobre la secreción de grelina. La insulina es considerada uno de los mayores determinantes de la
regulación de los niveles circulantes de
grelina. Los cambios circadianos en los niveles circulantes de grelina se
relacionan inversamente con los niveles de insulina, los cuales disminuyen en
el ayuno y aumentan después de las comidas.
Varias líneas de evidencia sugieren que esta relación es causal, cuando
se administra insulina a humanos o roedores los niveles circulantes de grelina
disminuyen y los animales con deficiencia de insulina tienen altos niveles plasmáticos de grelina. Estas observaciones indican que la insulina
-y no la glucosa- es el principal factor responsable de la supresión de la
grelina plasmática relacionada con la comida.
Este concepto es apoyado por el
hecho que la supresión de grelina relacionada con la comida no ocurre en
pacientes con diabetes tipo 1, deficientes de insulina. La insulina también
puede ser parcialmente responsable de
los cambios en los niveles de grelina en respuesta al estatus energético crónico. En
concordancia con esta idea, los niveles circulantes de grelina son suprimidos por la obesidad y la
resistencia a la insulina. Más aún, se
ha observado una fuerte correlación negativa entre los niveles circulantes de
grelinay los de insulina. La supresión
de grelina por la insulina es mediada al menos en parte a través de una acción
directa sobre las células productoras de grelina, la perfusión de insulina en
estómago aislado de rata suprime la secreción de grelina.
La somatostatina es un péptido
inhibidor de la secreción de
grelina en humanos y roedores. En el
estómago, las células D, productoras de somatostatina, se localizan en las proximidades de las células similares a X/A que secretan grelina. El efecto inhibidor de la somatostaina
sobre la secreción de grelina es mediada
al menos en parte por la acción directa
sobre las células productoras de grelina a través de receptores SSTR2.
Por el contrario, la oxitocina y la argina vasopresina (AVP) estimulan
la secreción in vitro degrelina. El efecto
estimulador de estas hormonas es mediado por el receptor de oxitocina. Sin
embargo, un estudio in vivo reporta que la oxitocina suprime los niveles
circulantes de grelina en sujetos sanos. Hasta el presente no existe ningún
reporte de los efectos in vivo de la AVP
sobre la secreción de grelina. Como es sabido la grelina tiene un efecto
estimulador sobre la secreción de hormona decrecimiento y se ha propuesto la
hipótesis que esta hormona puede inhibir
los niveles circulantes de grelina a través de un asa de retroalimentación. De acuerdo con esta propuesta, los pacientes
con acromegalia tienen bajos niveles
circulantes de grelina y la remoción quirúrgica
de tumores de hipófisis
secretores de hormona de crecimiento incrementa los niveles de grelina. Sin embargo, en algunos estudios se ha
encontrado que los pacientes con deficiencia de hormona crecimiento tienen
niveles circulantes de grelina normales o bajos. Más aún, los estudios in
vitro demuestran que la hormona de crecimiento
no tiene efectos directos sobre las
células productoras de grelina. En este
contexto, algunos investigadores consideran que los efectos de la hormona de
crecimiento son indirectos; por ejemplo, la hormona de crecimiento estimula la
lipólisis y los ácidos grasos libres resultantes pueden suprimir la secreción
de grelina. Una situación similar se
presenta con la leptina. Dado que las
acciones de la leptina son contrarias a
las de la grelina, existe la hipótesis
que la leptina tiene efectos directos
sobre la secreción de grelina,
pero los resultados reportados son inconsistentes. La administración de leptina suprime la
secreción de grelina en ratas pero no estudios con humanos. Estudios in vitro
recientes sugieren que el efecto de la leptina sobre la secreción de grelina,
si existe, es indirecto.
Los reportes sobre los efectos del glucagón sobre la secreción de grelina
son inconsistentes. La mayoría de los
estudios en humanos reportan que el glucagón suprime los niveles circulantes de
grelina, mientras que los estudios en
ratas reportan lo contrario. Estas discrepancias pueden ser debidas a los efectos
indirectos del glucagón sobre la
secreción de grelina. Por ejemplo, el glucagón estimula la secreción de
insulina, la cual a su vez suprime la secreción de grelina. Un estudio reciente
reporta que después de la administración de glucagón los niveles de insulina
aumentan ydisminuyen los niveles de grelina.
La administración de péptido glucagonoide 1 (GLP 1) o sus análogos
suprime los niveles circulantes de
grelina en algunos estudios, mientras en
otros no se reporta ningún efecto. Estudios in vitro sugieren que la acción inhibitoria del GLP 1
es indirecta y mediada, al menos en parte, por la elevación de los niveles de
insulina. Las células productoras degrelina
expresan receptores de colecistoquinina y de gastrina, pero los resultados
reportados son conflictivos. La administración de CCK suprime los niveles
plasmáticos degrelina en humanos, pero los incrementa en ratas. Con respecto a
la gastrina, algunos estudios reportan que la administración de gastrina
incrementa los niveles de grelina en ratas, pero otros estudios reportan que la
gastrina inhibe la secreción de leptina en estómago aislado de rata. Las hormonas gastrointestinales péptido YY,
neuropéptido Y y polipéptido pancreático no ejercieron ningún efecto sobre la secreción de grelina
en estudios in vitro o de microdiálisis con estómago d e rata.
Otras hormonas que regulan los niveles circulantes de grelina son los
esteroides sexuales y las hormonas tiroideas. Hay diferencias de género en los
niveles plasmáticos de grelina, los cuales son altos en mujeres y bajos en
hombres, pero la causa de esta diferencia es desconocida. La administración de
estrógenos en mujeres anoréxicas o postmenopáusicas incrementa los niveles de grelina
aparentemente a través de un efecto directo.
Los andrógenos también incrementan los niveles circulantes de grelina y
los niveles de andrógenos se correlacionan positivamente con los niveles de
grelina. Con relación a las hormonas
tiroideas, la adición de tiroxina a un medio que contiene células productoras
de grelina no afecta la secreción de grelina, lo que sugiere que los cambios en
los niveles de grelina que se observan en la disfunción tiroidea pueden ser
indirectos, o al menos mediados por la TSH.
La secreción de grelina también es regulada por el sistema nervioso
autónomo, el cual es controlado principalmente por los nervios simpáticos. La
activación eléctrica o farmacológica de los nervios simpáticos del estómago
incrementa la secreción de grelina. Las células productoras de grelina expresan
receptores adrenérgicos α1 y β1, la adrenalina y la noradrenalina estimulan
directamente la secreción de grelina vía receptores β1. Dosis relativamente
altas de dopamina también pueden estimular la secreción de grelina, esta
respuesta es mediada por receptores D1a. Varios estudios reportan que el nervio
vago está involucrado en la regulación de los niveles de grelina relacionada
con las comidas. La administración de acetilcolina incrementa la secreción de
grelina en humanos y roedores. Sin
embargo, estudios recientes indican que los receptores muscarínicos son
expresados en bajos niveles en las
células productoras de grelina y que no se observa ningún efecto de la
acetilcolina sobre la secreción de grelina en estudios in vitro. Ningún otro neurotransmisor, incluyendo
histamina, serotonina, GABA o glutamato ha demostrado regular la secreción de
grelina en estudios con líneas de células productoras de grelina.
En conclusión, la secreción de grelina es regulada por varios factores
incluyendo nutrientes, hormonas y sistema nervioso. Cada uno de ellos puede influir directa o indirectamente sobre
otro, por lo que en última instancia,
los niveles circulantes de grelina serán determinados por la suma de sus
actividades. Los primeros estudios
revelaron que los niveles circulantes de grelina están bajo control del estatus
energético agudo y crónico. En este
sentido, en una escala aguda, los niveles de grelina incrementan con el ayuno y
disminuyen con la ingesta de comida y, en una escala crónica, los niveles de grelina son altos en sujetos
obesos y bajos en sujetos delgados. Los estudios posteriores reportaron que
nutrientes, hormonas o actividades neurales pueden influir in vivo en los
niveles circulantes de grelina.
Fuente: Iwakura H et al (2015). The regulation
of circulating ghrelin with recent updates from cell-based assays. Endocrine
Journal 62: 107-122.
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