Glutamato,
GABA y la regulación del apetito
El apetito es un fenómeno altamente regulado, con el
hambre y la saciedad como factores cruciales en el control de la ingesta de
alimentos. Dos grupos de señales
derivadas de la periferia informan al cerebro del estado energético del organismo:
(a) señales de corto plazo producidas por el sistema gastrointestinal y (b)
señales de largo plazo producidas por el
tejido adiposo. Una amplia variedad de
hormonas causa pérdida del apetito: hormonas secretadas
por el intestino como colecistoquinina, péptido similar a glucagón-1 (GLP-1),
péptido YY y oxintomodulina; hormonas
derivadas del páncreas, como polipéptido pancreático, glucagón, insulina y
amilina; y hormonas derivadas del tejido adiposo como leptina, adiponectina y
resistina. Por otra parte, la grelina producida en el tracto gastrointestinal,
es el único ejemplo conocido de hormona periférica con acciones orexigénicas. Los estudios con lesiones discretas en el hipotálamo o con transecciones
quirúrgicas de rutas neurales han demostrado que la integración central de
las señales periféricas ocurre principalmente en el hipotálamo.
En los últimos años, se han identificado varios
neurotransmisores involucrados en la
regulación hipotalámica del apetito. En el núcleo arcuato, dos poblaciones de
neuronas expresan los neuropéptidos orexigénicos neuropéptido Y (NPY) y péptido relacionado con el Agouti (AgRP), o
los neuropéptidos anorexigénicos pro-opiomelanocortina (POMC) y transcripto
relacionado con cocaína y anfetamina (CART). El NPY es sintetizado en neuronas de
la subdivisión ventromedial del núcleo arcuato y las fibras que expresan NPY se proyectan al núcleo paraventricular, donde
es liberado el péptido que actúa incrementando la ingesta de alimentos. Las poblaciones neuronales que expresan NPY se
colocalizan con neuronas que liberan AgRP. Las neuronas localizadas en la
subdivisión ventrolateral del núcleo arcuato contienen el péptido CART y POMC. El gen
que codifica a la POMC da origen
a sus productos peptídicos: hormona adrenocorticotropa (ACTH), las hormonas
estimulantes de melanocitos (MSH) α, β, γ y β-endorfina. La activación de las
neuronas que expresan POMC en el núcleo arcuato dispara la liberación de α-MSH, la cual activa receptores
melanocortina MC4R provocando la supresión de la ingesta de alimentos. Por otra
pare, la estimulación de las neuronas que expresan AgRP en el núcleo
arcuato libera el AgRP que antagoniza
el efecto de la α-MSH sobre MC4R
y por lo tanto incrementa la ingesta de alimentos. Las neuronas NPY/AgRP
y POMC/CART reciben abundante señales excitadoras e inhibidoras. Los dos
neurotransmisores que actúan sobre la mayoría de neuronas hipotalámicas son los
aminoácidos glutamato y ácido γ-aminobutírico (GABA) y la administración de
agonistas de sus receptores en los núcleos hipotalámicos estimula la ingesta de
alimentos.
El glutamato es el neurotransmisor excitador dominante en
el sistema nervioso central. Para que una neurona libere glutamato, el
neurotransmisor debe primero ser
empacado en altas concentraciones en vesículas sinápticas por medio de
transportadores vesiculares específicos (VGLUT 1, VGLUT 2 y VGLUT 3). El
glutamato es liberado en la hendidura sináptica para que se una a receptores
postsinápticos ionotrópicos (N-metil-D-aspartato (NMDA),
α-amino-3hidroxi-5-metil-isoxazole ácido propiónico (AMPA), ácido kaínico) o
metabotrópicos (mGLUR), presentes tanto
en neuronas como en astrocitos. Dado que
el glutamato liberado en la sinapsis excede grandemente la cantidad necesaria
para la neurotransmisión, el exceso de neurotransmisor debe ser reciclado del espacio extracelular
por transportadores de aminoácidos excitadores (GLY-1 y GLAST) expresados
predominantemente en los astrocitos. En los astrocitos, el glutamato puede ser metabolizado a glutamina vía
glutamina sintetasa o puede ser asimilado en el ciclo de Krebs. La glutamina
liberada por los astrocitos es tomada
por las neuronas donde es reconvertida en glutamato por la enzima glutaminasa. Las
neuronas debido a que carecen de la
enzima piruvato carboxilasa son incapaces de llevar a cabo la síntesis de novo
de glutamato a partir de glucosa. Por tanto, el ciclo glutamato-glutamina asegura
un adecuado reemplazo de glutamato en el sistema nervioso central. En los
astrocitos, el aspartato funciona como donador
de grupo amino, requerido para la síntesis de novo de glutamato y glutamina. Los
requerimientos de energía para el
reciclaje de glutamato derivan exclusivamente del metabolismo de la
glucosa con la concomitante producción
de lactato, el principal combustible oxidativo para las neuronas.
La inyección intracerebroventricular de glutamato en ratas produce una rápida e
intensa ingesta de alimentos y estudios recientes han identificado la presencia
de un denso plexo de fibras
glutamatérgicas en áreas hipotalámicas involucradas en la regulación del apetito.
Por ejemplo, una elevada expresión de VGLUT2
ha sido encontrada en neuronas
localizadas en el núcleo ventromedial
y en la porción ventrolateral del núcleo arcuato. La presencia de VGLUT2 ha sido demostrada en las neuronas que expresan POMC/CART del núcleo arcuato que reciben impulsos de las neuronas glutamatérgicas del núcleo ventromedial. En el núcleo
arcuato, también se demostrado la
existencia de inervación glutamatérgica en las neuronas que expresan NPY. Los receptores NMDA de las neuronas AgRP,
pero no de las neuronas que expresan POMC, juegan un rol crítico en el control
del balance energético, lo que indica que la activación inducida por el ayuno
de las neuronas que liberan AgRP está
asociada con un marcado incremento en la descarga glutamatérgica. Más aún, está
demostrado que la privación de alimentos eleva la actividad sináptica
excitatoria. Estos hallazgos han llevado a algunos autores a sugerir que la
grelina actúa sobre receptores
presinápticos para incrementar la liberación de glutamato y activa las neuronas
que expresan NPY/AgRP a través de receptores ionotrópicos de glutamato.
En la última década, varios reportes han señalado que los
astrocitos participan en algunos procesos neuroendocrinos, pero sólo recientemente
se ha establecido su importancia en el
control del apetito y la homeostasis de energía. Los astrocitos expresan
receptores para numerosos neuropéptidos, neurotransmisores y factores de
crecimiento; producen sustancias neuroactivas
y expresan enzimas claves
necesarias para procesar señales nutricionales. Por ejemplo, la leptina,
una hormona anorexigénica, modula la captación de glutamato en los astrocitos,
estimulando un rápido incremento el cual es atenuado con la exposición crónica.
El rápido incremento inicial de la
captación de glutamato en los astrocitos
indica que la leptina podría reducir el efecto estimulador del glutamato
en las sinapsis y, por tanto, reducir el apetito. Los roedores hiperfágicos
deficientes de leptina se caracterizan por presentar elevada oxidación neuronal
y neurotransmisión glutamatérgica con incremento del ciclo glutamato-glutamina.
Los astrocitos recapturan el exceso
de glutamato liberado en la hendidura sináptica conjuntamente con iones Na+ a través de los cotransportadores GLAST. Los iones Na+ incorporados en el
astrocito regresan al espacio extracelular a través de cotransportadores electrogénicos (Na+/K+
ATPasa y Na+K+2Cl-), lo que produce un
incremento intracelular de iones K+.
El incremento en la concentración intracelular de K+ dispara el
transporte de agua mediado por acuaporina 4 que causa hinchazón del astrocito. Sobre
la base de estos hallazgos se ha propuesto una hipótesis que indica que mientras
la captación inicial de glutamato en el astrocito estimulada por la leptina tiene un potencial anorexigénico (menos
glutamato en neuronas y por tanto disminución de la neurotransmisión
glutamatérgica), la excesiva captación
de glutamato, como ocurre en condiciones de ayuno, causa hinchazón del astrocito
y una eventual respuesta por el glutamato liberado en la hendidura sináptica (aumento de la neurotransmisión glutamatérgica
asociada con incremento del apetito).
El GABA es el principal neurotransmisor inhibidor en el sistema nervioso central. La regulación
del GABA es activada por varios
mecanismos moleculares que intervienen en el transporte, secuestro, síntesis y
degradación del neurotransmisor. Las neuronas GABAergicas expresan la enzima glutamato descarboxilasa que convierte
el glutamato en GABA. Más aún, la glutamina puede ser usada como fuente alternativa de GABA. Por tanto,
el incremento en la síntesis de GABA
involucra un aumento en la actividad del ciclo glutamato-glutamina-GABA,
pues el glutamato y la glutamina son
considerados los principales precursores del GABA. El aclaramiento de GABA de la hendidura sináptica es mediado
por transportadores específicos de alta afinidad, dependientes de sodio y
cloruro, (GAT1, GAT2, GAT3) y por el transportador vesicular de GABA (VGAT). Después
de su liberación, el GABA produce una respuesta bifásica a través de la
activación de dos clases de receptores
de membrana: ionotrópicos (GABAA) o metabotrópicos (GABAB).
Más del 90% del GABA del sistema nervioso central es degradado por
transaminación de GABA y α-cetoglutarato a succinil semialdehído y glutamato en las mitocondrias de astrocitos
y neuronas.
La mayoría de las
neuronas NPY/AgRP del núcleo arcuato expresan en gran extensión el
transportador VGAT así como las enzimas GAD65/GAD67 que sintetizan GABA. El
VGAT no ha sido detectado en las neuronas POMC. La liberación sináptica de GABA
por las neuronas del núcleo arcuato que
expresan AgRP es requerida para la regulación normal del balance energético.
Por otra parte, los impulsos GABAergicos
de las neuronas del núcleo arcuato que expresan AgRP que se proyectan
hacia el núcleo parabraquial son requeridos para mantener un nivel crítico de
apetito. El estado de ayuno está
asociado con el uso de lactato como
combustible neuronal y con un incremento de la neurotransmisión GABAergica en
el hipotálamo. El incremento en la
concentración de GABA en el hipotálamo de animales en ayuno parece deberse más a
la reducción de las rutas que lo metabolizan que al incremento en su síntesis.
Fuente: Delgado TC (2013). Glutamate and GABA in
appetite regulation. Frontiers in
Endocrinology 4: Article 103.
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