Regulación neuronal de la secreción de glucagón
La diabetes
mellitus es una condición hiperglucémica que provoca el desarrollo de
disfunciones micro- and macrovasculares,
las cuales causan múltiples complicaciones secundarias que impactan
negativamente la salud. El tratamiento con insulina es la única opción para los
pacientes con diabetes tipo 1 y es requerida por una importante fracción de
pacientes con diabetes tipo 2. Una de las mayores complicaciones de la terapia
con insulina es el riesgo de hipoglucemia, con antecedentes de episodios
hipoglucémicos incrementando la incidencia y severidad de episodios
posteriores. En los individuos sanos, la hipoglucemia raras veces ocurre y una
respuesta contrarreguladora es activada inmediatamente para restaurar la
euglucemia cuando los niveles de glucosa sanguínea caen por debajo de 5 mmol/L.
Esta respuesta involucra la secreción, bajo el control del sistema nervioso
autónomo y el eje hipotálamo-hipófisis- adrenal (HHA) de glucagón, adrenalina,
noradrenalina, cortisol y hormona de crecimiento. Estas hormonas estimulan la
producción hepática de glucosa a través de la inducción de la glucogenolisis y la
gluconeogénesis; la adrenalina también activa la secreción de glucagón y
suprime la liberación de insulina, El cortisol y la hormona de crecimiento
inducen resistencia a la insulina en músculo esquelético y tejido adiposo. Estas acciones aseguran que
suficiente glucosa llegue al cerebro para sostener sus requerimientos energéticos.
En los pacientes con diabetes tratados con insulina, la respuesta
contrarreguladora progresivamente falla por insuficiencia de los sistemas
sensibles a hipoglucemia. Estos sistemas están localizados no solo en sitios
periféricos como el área de la vena hepatoportal y los cuerpos carotídeos, sino
también en el sistema nervioso central (SNC) donde controlan la actividad del
sistema nervioso autónomo y el eje HHA. Otro aspecto de la respuesta a la
hipoglucemia es el disparo de la alimentación
que ayuda a reponer los depósitos de glucosa del cuerpo. Mientras la
respuesta hormonal es requerida para una
rápida prevención de la hipoglucemia, la respuesta alimenticia, la cual provoca
deposición de glucógeno en el hígado, es
requerida para disponibilidad a largo plazo de glucosa.
Todas las neuronas pueden utilizar glucosa
como fuente de energía metabólica. Sin embargo, un subgrupo de neuronas
tiene la capacidad específica para
regular su actividad de disparo en respuesta a cambios fisiológicos en las
concentraciones extracelulares de glucosa. Estas neuronas que responden a la
glucosa pueden ser activadas por un aumento (excitadas por glucosa, neuronas
GE) o inhibidas por una caída (inhibidas por glucosa, neuronas GI) en las concentraciones de glucosa extracelular.
Las neuronas GE y GI responden a variaciones en la concentración de glucosa
entre 01-05 mmol/L y 2,5 mmol/L. Estas condiciones reflejan las concentraciones
de glucosa en el parénquima cerebral, las cuales son 30% de los niveles de
glucosa sanguínea. Las neuronas GE responden al incremento en glucosa por una
ruta de señalización dependiente de metabolismo que requiere captación de
glucosa, metabolismo de glucosa y despolarización de la membrana plasmática
dependiente de canales KATP. Aunque esta ruta se asemeja a la de las
células β pancreáticas, la presencia del transportador de glucosa GLUT2 puede ser reemplazada por otra isoforma
(GLUT1 o GLUT3) y la glucoquinasa no es requerida para su respuesta a la
glucosa. Las neuronas GE también dependen de la presencia y actividad de los simporters
Na+/glucosa co-transportador 1 o co-transportador Na+/glucosa
3 o del receptor del gusto dulce TIR2/TIR3. Las neuronas GI son activadas por
hipoglucemia por un mecanismo que recluta proteína quinasa dependiente de AMP
(AMPK). La despolarización posterior de la membrana plasmática y la inducción
de la actividad de disparo dependen de la actividad de la Na+/K+ATPasa,
canales de K+, anoctamina 4 o regulador transmembrana de fibrosis
quística. Por otra parte, los astrocitos también pueden participar en la respuesta normal a la hipoglucemia. Los
tanicitos, localizados en el fondo del tercer ventrículo y en contacto directo
con neuronas hipotalámicas y vasos sanguíneos de la eminencia media, también
responden a las variaciones en las concentraciones de glucosa extracelular y
participan en el control de la alimentación y la homeostasis de la glucosa.
Las neuronas sensibles a glucosa están
presentes en varios núcleos hipotalámicos, incluyendo núcleo arqueado (ARC),
núcleo dorsomedial (DMH), núcleo paraventricular
(PVN), núcleo ventromedial, núcleo
lateral (LH) y núcleo supraóptico. Las conexiones entre los núcleos
hipotalámicos y el sistema nervioso parasimpático son a través del complejo
dorsal del vago (DVC), el cual consiste en el núcleo del tracto solitario (NTS),
el área postrema y el núcleo motor dorsal del vago (DMNX) formado por los
cuerpos celulares de las neuronas del nervio vago. Las neuronas de ARC, PVN,
DMH y LH envían proyecciones directas al DVC formando una conexión anatómica
entre los núcleos que contienen neuronas sensibles a glucosa y el nervio vago.
Por el contrario, las neuronas de PVN y LH pueden activar el sistema nervioso
simpático enviando proyecciones a la columna de células intermediocelular (IML)
de la médula espinal, directamente o
través de la médula ventrolateral VLM). Las células sensibles a glucosa
de ARC, DMH y núcleo ventromedial (VMN) están conectadas indirectamente al
sistema nervioso simpático a través de sus proyecciones al PVN y el LH.
En el tallo cerebral, las neuronas sensibles
a glucosa están localizadas en DVC, VLM
y núcleo parabraquial (PBN). En el NTS, uno de los núcleos del DVC, las
neuronas que responden a glucosa son directamente sensibles a las variaciones
en las concentraciones sanguíneas de
glucosa porque esta estructura no es protegida por la barrera
hemato-encefálica. En el VLM, las neuronas adrenérgicas y noradrenérgicas son
sensibles a glucosa y participan en el control de la respuesta
contrarreguladora a la hipoglucemia. Su rol depende de las proyecciones al
hipotálamo, en particular el PVN y a la IML para controlar la secreción de
adrenalina por las glándulas adrenales. Estas neuronas también envían proyecciones
al núcleo supraóptico para controlar las neuronas vasopresina. El PBN tiene
conexiones con el DVC y el hipotálamo, en particular el VMN y contiene neuronas
que son activadas por hipoglucemia para controlar la secreción de glucagón.
La parte paraventricular del tálamo (PVT)
integra señales interoceptivas para controlar la conducta alimenticia.
Anatómicamente, la PVT recibe impulsos de varios núcleos hipotalámicos
involucrados en la regulación de la homeostasis de la glucosa y la
alimentación, y envía proyecciones al núcleo accumbens que controla la conducta
alimenticia motivada. En humanos, la PVT es activada por la hipoglucemia. Las
neuronas GE han sido identificadas en la PVT. Dos poblaciones de neuronas que
responden a la glucosa en la PVT muestran respuestas opuestas a los niveles
extracelulares de glucosa con el GLUT2 jugando un importante rol para activar
una respuesta alimenticia a la hipoglucemia.
El sistema nervioso parasimpático es
activado por pequeñas disminuciones en la glucemia y dispara una rápida
secreción de glucagón. El nervio vago se origina a partir del DMNX, un núcleo
del DVC. La hipoglucemia inducida por insulina rápida y fuertemente induce la
expresión de c-fos en las tres estructuras del DVC, el DMNX y el área postrema.
La inactivación de GLUT2 en el sistema nervioso provoca un fenotipo
pre-diabético caracterizado por menor masa de células β, supresión de la
primera fase de la secreción de insulina, intolerancia a la glucosa asociada
con disminución de la secreción de insulina e incremento de los niveles de
glucagón en plasma. Las neuronas GLUT2 del NTS son activadas por hipoglucemia y
muestran progresivamente mayor despolarización de la membrana plasmática a
medida que la concentración extracelular
de glucosa disminuye de 5 a 0,5 mmol/L. Esta respuesta depende de una
disminución en el metabolismo de la glucosa, provocando la activación de AMPK y
el control de un canal de K+. Las neuronas GLUT2 del NTS son
gabaérgicas y envían proyecciones al DMNX.
El VMN del hipotálamo fue reconocido
inicialmente como un importante sitio para la regulación de la alimentación y
la homeostasis de la glucosa. Por ejemplo, la estimulación eléctrica del VMN
incrementa los niveles sanguíneos de
glucosa y reduce el contenido hepático de glucógeno. El VMN también está involucrado
en la secreción de glucagón. Las neuronas del VMN son mayoritariamente
glutamatérgicas. Las neuronas del VMN envían proyecciones a numerosas regiones
del cerebro, están involucradas en la respuesta contrarreguladora de la glucosa
y están integradas en un circuito que incluye neuronas aferentes capaces de captar
variaciones de glucosa y neuronas eferentes que transmiten la señal de
hipoglucemia al páncreas endocrino y/o el hígado. En un estudio se demostró que
las neuronas colecistoquinina del PBN son activadas por hipoglucemia. Estas
neuronas envían proyecciones al VMN y esta conexión entre el tallo cerebral y
el hipotálamo es requerida para la respuesta normal a la hipoglucemia. Las
neuronas del VMN que reciben impulsos de las neuronas colecistoquinina
controlan la secreción de glucagón a través de proyecciones al lecho del núcleo
de la estría terminal. La hipoglucemia también puede ser detectada por sensores
periféricos como los localizados en la vena hepatoportal, los cuales envían
información acerca de los niveles locales de glucemia al tallo cerebral y el hipotálamo
para controlar la respuesta al glucagón.
En conclusión, actualmente existe evidencia
de un sistema que monitorea la hipoglucemia con células sensibles a glucosa a
nivel central y periférico, principalmente en el área de la vena hepatoportal,
el tallo cerebral, el hipotálamo y otras presentes en las regiones
talámicas ventrales. Estas células están
conectadas unas con otras y mientras las células de PVT parecen controlar la
conducta alimenticia motivada, las otras células sensoras contribuyen a la
respuesta contrarreguladora de la hipoglucemia. Los mecanismos para normalizar
la glucemia incluyen la activación del nervio vago para estimular la secreción
de glucagón, de los nervios del
simpático que también pueden estimular la secreción de glucagón y el eje
HHA que dispara la liberación de adrenalina por las glándulas adrenales o
estimula directamente la producción hepática de glucosa activando la expresión
de genes neoglucogénicos dependientes de AMP. La respuesta contrarreguladora es
desregulada en una significativa fracción de pacientes diabéticos que reciben terapia con insulina. Esto provoca el
riesgo de desarrollar episodios de hipoglucemia de severidad creciente, lo cual
impacta negativamente la calidad de vida de los pacientes.
Fuente: Thorens B
(2022). Neuronal regulation of glucagón secretion and gluconeogénesis. Journal
of Diabetes Investigation 13: 599-607.
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