Utilidad clínica
de la hormona anti-mulleriana en pediatría
La hormona
anti-mulleriana (AMH) es producida exclusivamente en la gónadas. Las células de
Sertoli secretan AMH, una glucoproteína actualmente usada ampliamente. Las
funciones sexualmente dimórficas de la AMH no solo han sido parte en el diagnóstico de la
diferencias en el desarrollo sexual, sino que han tenido extensa utilidad
clínica en la fertilidad y salud reproductiva femeninas y su importancia ha
crecido con el hallazgo de acciones reguladoras neuroendocrinas de la AMH.
La AMH es secretada como una glucoproteína
dimérica estructuralmente relacionada con el factor de crecimiento
transformante β y la inhibina. Sometida a clivaje proteolítico genera dímeros
bioactivos C-terminal de 25 kDa que se unen al receptor de AMH tipo 2. El
ligando unido al receptor tipo 2 fosforila al receptor tipo 1, también un
receptor serina/treonina quinasa que pertenece a una clase de quinasa similar a
activina (ALK2) que inducen la
señalización a través de la fosforilación de proteínas Smad intracelulares, las
cuales se trasladan al núcleo y modulan la transcripción de genes. El gen de la
AMH se localiza en el cromosoma 19p13.3 y es regulado en células de Sertoli y
células granulosas específicas para sexo y estado de desarrollo (fetal,
neonatal, pre- y postpuberal) y regulado pos SRY con activación de AMH por
SOX-9 y posterior incremento en la actividad del promotor AMH por los factores
de transcripción factor esteroidogénico 1 (SF-1), GATA-4 y WT-1 y regulado a la
baja por DAX-1. En los testículos, altos
niveles de hormona estimulante del folículo (FSH) activan la secreción de AMH,
pero los andrógenos, específicamente la testosterona intratesticular regula a
la baja la secreción de AMH a través del receptor de andrógenos, pero requiere
la unión de SF-1 a los sitios promotores de AMH. En las células granulosas del
ovario, la secreción de AMH parece ser regulada por los factores de
transcripción SF-1, FOXL2, FOG-2 y GATA-4 y estimulada por FSH y hormona luteinizante
(LH).
En las células de Sertoli fetales, la
expresión de AMH comienza alrededor de
las 8 semanas de gestación durante una corta ventana cuando los
conductos de Muller son responsables de sus efectos, provocando la regresión
irreversible de los conductos de Muller en la novena semana. La AMH continúa
siendo producida por los testículos fetales a través de la gestación a pesar
del incremento en testosterona pues las células de Sertoli en el feto no
expresan receptores de andrógenos. Postnatalmente, después de una disminución
transitoria, los niveles de AMH aumentan en la infancia y continúa
manteniéndose alta en varones hasta disminuir en los estadios 2 y 3 de la
pubertad cuando los niveles de testosterona intratesticular comienzan a
aumentar.
En los
ovarios fetales, la expresión de AMH es detectada alrededor de la semana 23 de
gestación con niveles detectables en suero hasta la semana 26 posnatal. La
expresión de AMH es alta en células granulosas de folículos secundarios,
preantrales y antrales pequeños y disminuye significativamente en los folículos
antrales grandes. La AMH puede suprimir el reclutamiento inicial de folículos
primordiales y también modular la sensibilidad folicular a la FSH, regulando el
crecimiento de folículos y el reclutamiento cíclico de folículos antrales más
grandes. La AMP también regula a la baja
la actividad aromatasa en las células granulosas disminuyendo la
producción de estradiol hasta la
selección folicular. La AMH tiende a ser 35 veces más baja en hembras
comparadas con varones en la infancia y se mantiene estable a través de la
infancia y la adolescencia, aumentando a los 16 años, alcanzando un pico en
adultos jóvenes. La AMH disminuye en la edad reproductiva provocando la
disminución del pool de folículos antrales y disminuye rápidamente en la
menopausia, por lo que ha sido propuesta como un marcador de envejecimiento ovárico.
La diferenciación sexual es un proceso
cuidadosamente orquestado con múltiples elementos reguladores que impactan las
etapas de diferenciación. La primera utilidad clínica de la AMH fue en el
diagnóstico de diferencias de desarrollo sexual. Mientras la presencia de los
derivados de los conductos de Muller refleja la carencia de secreción de AMH
durante la sexta a la décima semanas de vida fetal, las mediciones en suero de
AMH después del nacimiento reflejan no solo la función de las células de
Sertoli en pacientes con diferencias en el desarrollo sexual (DSD) sino que
también sirve como un biomarcador de la influencia de FSH y andrógenos. Las
concentraciones de AMH se correlacionan positivamente con la FSH, pero
inversamente con los niveles de testosterona en la niñez y la adolescencia. Las
concentraciones de AMH varían por patología, defecto genético y etapa del
desarrollo. En la disgenesia gonadal 46,XY, las concentraciones de AMH son
proporcionales a la presencia de tejido testicular. Típicamente son bajas o no detectables en condiciones que
afectan el desarrollo testicular. En la hipoplasia de células de Leydig y
defectos en la síntesis de andrógenos, las concentraciones son típicamente
normales y aún pueden ser altas durante la mini-pubertad de la infancia debido
a la carencia del efecto supresor de los andrógenos. En la deficiencia de
5α-reductasa, caracterizada por una alta relación
testosterona/dehidotestosterona, la AMH está en el rango más bajo un hombre
normal, pues la dihirotestosterona no es requerida para la supresión de la
secreción de AMH. Sin embargo, en el síndrome de insensibilidad a los
andrógenos, los niveles relativamente altos de gonadotropinas y la carencia de
un receptor de andrógenos funcional causan niveles inapropiadamente altos de
AMH para el nivel de testosterona en suero. En el síndrome de Klinefelter, la
AMH está en el rango normal de referencia durante la minipubertad de la
infancia y la niñez. La disminución de AMH con la pubertad es retardada en
adolescentes con síndrome de Klinefelter. Esto ha sido atribuido a las
relativas bajas concentraciones de testosterona acopladas con la destrucción células de Sertoli y la carencia
de células germinales meióticas. Los niveles de AMH en adultos con síndrome de
Klinefelter son más bajos que en hombres sanos y es atribuido a la destrucción
de tejido testicular y células de Sertoli en estos individuos. En niños con
genitales externos masculinos y criptorquidismo, la detección de AMH secretada por las células de Sertoli puede
ayudar a diferenciar entre ausencia de gónadas (anorquia con AMH indetectable)
y testículos no descendidos con función intacta de las células de Sertoli. La
AMH es baja o ausente en los pacientes con
criptorquidismo.
Los bajos niveles de AMH también son
característicos de varones prepuberales
con hipogonadismo hipogonadotrópico quienes tienen disminuido el número
y la función de las células de Sertoli debido a la deficiencia de FSH. La
inhibina B a menudo en paralelo con la secreción de AMH, tiene un alto valor
discriminatorio para distinguir hipogonadismo hipofgonadotrópico de retardo
constitucional del crecimiento y la pubertad. Durante la pubertad, la AMH es
baja para el estado de Tanner (carencia del efecto FSH) y alta para la edad
(carencia del efecto testosterona). En la pubertad precoz en varones incluyendo
pubertad precoz central y las formas independientes de gonadotropinas, la
secreción de AMH es baja para la edad debido
al aumento de testosterona intratesticular. En las hembras con pubertad precoz,
los niveles de AMH no difieren de los valores de los controles sanos.
Los niveles de AMH son consistentemente
altos en mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS). El crecimiento
anormalmente lento de folículos primarios resulta en un elevado número de
células productoras de AMH. Altos
niveles de AMH en hijas adolescentes de
mujeres afectadas con PCOS está asociada con ciclos menstruales irregulares y
mayor volumen de los ovarios, sugiriendo diferencias en la foliculogénesis
ovárica en adolescentes con riesgo de desarrollar PCOS. Algunos autores
proponen que los niveles de AMH altos son un adyuvante en el diagnóstico de
PCOS en adolescentes y reportan que un nivel de AMH>3,4 ng/ml distingue
mejor adolescentes con PCOS de los controles.
La reserva ovárica representa el número de
oocitos o la cantidad de oocitos que permanecen en el ovario. La AMH es un
marcador bioquímico sensible de la reserva ovárica y puede ser más sensible cuando se compara con los
niveles de FSH y estradiol en la fase folicular temprana. La AMH es expresada
en las células granulosas de folículos en crecimiento después del reclutamiento
de folículos primordiales del pool en reposo y la expresión incrementa hasta el
estadio de folículos antrales grandes y folículos antrales pequeños. La
expresión de AMH se pierde en el folículo atrésico y el cuerpo lúteo. Con la
edad, la AMH disminuye y sus niveles en suero se correlacionan fuertemente con
la disminución en el tamaño del pool de folículos antrales. La AMH no es
expresada por folículos primordiales o preantrales pequeños y previo al inicio
de la pubertad puede correlacionarse
pobremente con la reserva ovárica en
niños.
El síndrome de Turner (ST), causado por
anomalías en el cromosoma X, se caracteriza por un incremento en el riesgo de
insuficiencia ovárica primaria (POI) debido a la acelerada apoptosis de
folículos ováricos antes y/o después de la pubertad. En adolescentes y adultos
jóvenes con ST, los altos niveles de AMH están asociados con pubertad
espontánea y se correlacionan
negativamente con los niveles de FSH y LH. Adicionalmente, valores de
AMH< 4 pmol/l han sido reportados como predictivos de ausencia de pubertad
en hembras prepuberales y POI en pacientes adolescentes y adultos.
En conclusión, la utilidad clínica de la AMH
ha continuado expandiéndose con el entendimiento de la diferenciación sexual y
la dilucidación de la base molecular de su mecanismo de acción. Originalmente
se pensaba que la expresión de AMH estaba limitada a las gónadas, pero estudios
recientes han confirmado acciones de la AMH en diferentes niveles del eje
hipotálamo-hipófisis-gónadas para incrementar la actividad de neuronas GnRH y
la sensibilidad del gonadotropo de la hipófisis a la señal GnRH, modulando la
secreción GnRH/LH/FSH a través de posibles acciones endocrinas (AMH gonadal
circulante), o aún efectos autocrinos. Las acciones paracrinas de la AMH en
ovarios adultos regulan el reclutamiento folicular y la esteroidogénesis. En
conjunción con gonadotropinas y testosterona, la AMH puede ser un marcador diagnóstico útil de la masa y función de las
células de Sertoli en varones.
Fuente: Shankar RK
et al (2022). Clinical utility of anti-mullerian hormone in pediatrics. The
Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 107: 309-323.
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