Regulación circadiana de la
función adiposa
La fisiología adiposa muestra variaciones a lo largo del día, respondiendo
a las cambiantes demandas en el metabolismo energético. Durante la fase activa
los nutrientes son transportados como
triglicéridos o glucosa al tejido adiposo blanco donde son metabolizados y almacenados. Durante la fase inactiva
(ayuno) los triglicéridos de los depósitos
adiposos son liberados como ácidos grasos libres, los cuales sirven como
sustratos energéticos para otros órganos.
Los adipocitos se comunican unos con otros y con los tejidos no adiposos mediante la liberación de hormonas
(adipoquinas), las cuales muestran oscilaciones
en un ciclo de 24 horas. Estas oscilaciones son controladas por relojes
circadianos endógenos que sirven para coordinar la fisiología del organismo con
el tiempo externo. La evidencia acumulada sugiere que el reloj circadiano y la
función adiposa van mano a mano regulándose entre sí para asegurar la adaptación
óptima a los cambios ambientales en un
ciclo de 24 horas.
Los relojes circadianos se caracterizan por dos propiedades: sostenimiento y entrenamiento. El sostenimiento significa
que los relojes circadianos son capaces de mantener oscilaciones endógenas en
ausencia de información externaacerca del tiempo del día. El período endógeno
de los relojes circadianos bajo estas condiciones es de 24 horas,
aproximadamente. Sin embargo, los relojes circadianos para ser adaptativos
tiene que estar sincronizados al ciclo externo luz-oscuridad de 24 horas. Este
proceso de sincronizaciónes llamado entrenamiento y el estimulo para la sincronización en
humanos y roedores es principalmente la luz. La base molecular del reloj
circadiano es un sistema de asas de retroalimentación
transcripcional-traslacional. Los factores de transcripción CLOCK y BMAL1 se
unen a los elementos promotores E-box y activan la transcripción de los genes Período
(Per1-3) y Criptocromo(Cry1-2). Las proteínas PER y CRY forman heterodímeros y
se trasladan al núcleo donde inhiben al complejo activador CLOCK/BMAL1 durante
la fase de oscuridad. Un asa de retroalimentación adicional está formada por
los receptores nucleares REV-ERbα/β y RORα/β/γ, los cuales regulan la
transcripción rítmica de Bmal1. BMAL1 A su vez controla la transcripción de
REV-ERBα/β y RORα/β/γ. Además de este sistema de asas hay numerosos componentes
y sistemas de retroalimentación adicionales que afinan y estabilizan el
mecanismo reloj. En los mamíferos, el
marcapaso circadiano se localiza en los núcleossupraquiasmáticos (NSQ), un par
de estructuras neuralesdel hipotálamo ventral localizadas arriba del quiasma
óptico.El NSQ sincroniza diariamente las actividades fisiológicas como el sueño
y la ingesta de alimentos con las condiciones ambientales cíclicas. Además del marcapaso, existen relojes
periféricos distribuidos en los órganos
del cuerpo. De acuerdo con el modelo actual, el NSQ coordina los relojes
periféricos y mantiene bien sincronizado el sistema del tiempo circadiano.
El tejido adiposo blanco almacena energía bajo la forma de triglicéridos,
los cuales se forman a partir de los ácidos grasos (lipogénesis). Durante los
períodos de ayuno prolongado esta
energía puede ser liberada en la forma de ácidos grasos libres y glicerol, un
proceso conocido como lipólisis. Tanto la lipogénesis como la lipólisis
necesitan ser reguladas porque el exceso
de lípidos en la circulación así como el
excesivo almacenamiento de triglicéridos promueven desordenes metabólicos. Los niveles sanguíneos de ácidos grasos,
triglicéridos y glicerol muestran prominentes ritmos circadianos en humanos y
roedores. Estos ritmos no necesariamente reflejan cambios en la ingesta de
alimentos, sino que son regulados por el reloj circadiano, generalmente a través de ritmos de transcripción adiposa y
de las enzimas involucradas en ambos
procesos metabólicos que están bajo
control circadiano. En humanos, durante el día aumentan los niveles sanguíneos
de triglicéridos y disminuyen los de
ácidos grasos y glicerol, en la noche ocurre lo contrario. Además de funcionar como depósito de energía,
el tejido adiposo es también un órgano endocrino, libera una variedad de
hormonas llamadas adipoquinas que regulan el apetito, el metabolismo energético
y los procesos inflamatorios. Las
adipoquinasleptina, adiponectina y visfatina son liberadas de una manera
circadiana que es endógenamente regulada por el sistema circadiano. En los
humanos, los niveles circulantes de leptina y visfatina aumentan durante el día
y disminuyen durante la noche, mientras que con la adiponectina ocurre lo
contrario, disminuyen en el día y aumentan en la noche.
Las variaciones diurnas de la lipólisis en el tejido adiposo blanco y la
liberación rítmica de ácidos grasos en la sangre aseguran su óptima utilización
como fuente de energía y minimizan los efectos de la lipotoxicidad. El reloj circadiano del adipocito regula la
entrada de lípidos de la sangre a través del control trancripcional de la
lipoproteína lipasa, la enzima que hidroliza los triglicéridos para formar
ácidos grasos y facilita su transporte a través de la membrana plasmática del
adipocito. Por otra parte, la proteína BMAL1 se une a los promotores de Elovl6
y Scd1, genes responsables de la elongación y des-saturación de los ácidos grasos libres, creando un ritmo
en la síntesis de novo de los ácidos
grasos poliinsaturados. Los dímeros BMAL1/CLOCK controlan la transcripción de Nampt, la principal enzima de la
regeneración de NAD+ la cual puede ser secretada como visfatina. Más
aún, la NAMPT puede regular a la des-acetilasa SIRT1 dependiente de NAD+
la cual está presente en el complejo BMAL1/CLOCK y modular su actividadtranscripcional,
acoplando de esta manera el ritmo circadiano al estado metabólico de la célula.
Otro aspecto interesante de la actividad de la proteína BMAL1 es la regulación
de la ruta Wnt canónica (Wnt10a, β-catenina, Dvl2) conocida por su acción
supresora de la adipogénesis.
Los genes reloj también regulan la expresión de otros factores de
transcripción con lo cual expanden la información temporal a varias rutas
metabólicas. Por ejemplo, muchos miembros
de la familia de receptores nucleares se cuentan entre los blancos BMAL1
en el hígado y muestran perfiles de expresión rítmica. Entre ellos se
encuentran los componentes Rev-erbα/β los cuales regulan la expresión de genes involucrados en el metabolismo de
los lípidos en el hígado. Los
ARNmPparα/γ muestran su máxima expresión
en el tejido adiposo blanco y en el hígado al final de la fase inactiva del
día, preparando la maquinaria metabólica para recibir los lípidos derivados de
los alimentos y depositarlos como
triglicéridos. Por otra parte, muchos genes blancos del PPARγ muestran perfiles rítmicos, incluyendo la
adiponectina y la leptina. Estas adipoquinas cuando son secretadas en la
circulación regulan el metabolismo de lípidos y carbohidratos y la conducta
alimentaria. El reloj circadiano puede también
modular el eje PPARγ de una manera post-traslacional vía PER2, el cual
interactúa físicamente con el PPARγ en el núcleo e inhibe su actividad
transcripcional pro-adipogénica. La
nocturnina, una desadenilasa circadiana, puede también regular la translocación
nuclear del PPARγ y por tanto afectar la adipogénesis. Muchos genes metabólicos
son regulados por más de un modulador circadiano, incluyendo las señales
metabólicas sistémicas. Por ejemplo, la insulina induce la señal PPARγ e inhibe
la señal PCG1α, las cuales pueden afectar directamente la expresión de
Bmal1 en los adipocitos. En humanos, la
desincronización forzada del reloj
circadiano (por ejemplo:la adaptación a
un ciclo de 28 horas bajo condiciones de laboratorio controladas)
resulta en la disminución de las concentraciones sanguíneas de leptina, aumento
de los niveles de glucosa y resistencia a la insulina. En línea con lo
anterior, la restricción crónica desueño incrementa la ingesta de alimentos y
disminuye los niveles de leptina durante la fase de luz. La duración del sueño
en general se correlaciona negativamente
con el índice de masa corporal y la adiposidad. Los sujetos que duermen
menos de 6 horas muestran niveles bajos de leptina y niveles aumentados de
grelina, una combinación que promueve el apetito.
Fuente:
Shostak A et al (2013). Circadian
regulation of adipose function.Adipocyte 2: 201-206.
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