El rol del sistema nervioso
central en la homeostasis de la glucosa
La glucosa es un tipo específico de energía y el término homeostasis de la
glucosa se refiere a los elementos hormonales y neurales que específicamente
controlan la producción y el uso de glucosa. Los procesos metabólicos que
contribuyen directamente a la producción hepática de glucosa son la
glucogenolisis y la gluconeogénesis. El balance entre estos procesos varía con
el estatus y la necesidad de nutrientes. Por ejemplo, durante el ayuno, la
glucogenolisis hepática disminuye en la medida que los depósitos de glucógeno
son depletados. Mientras tanto, la gluconeogénesis aumenta con el aporte de
precursores de glucosa al hígado. Las señales hormonales y neurales regulan la
producción hepática de glucosa y la
captación de glucosa por los tejidos, de manera que los niveles sanguíneos de
glucosa se mantienen estables a través
de un amplio rango de condiciones
fisiológicas. En otras palabras, la homeostasis de la glucosa mantiene la
glucemia dentro de un rango relativamente pequeño (70-110 mg/dl), aún en
situaciones fisiológicamente extremas
como el ayuno y el ejercicio intenso. Generalmente, la homeostasis
energética y la homeostasis de la glucosa tienen el mismo objetivo, esto es,
asegurar un flujo de nutrientes adecuado a los tejidos. Los datos recientes
sugieren que los dos sistemas homeostáticos
interactúan en el sistema nervioso central, poblaciones de neuronas en el
hipotálamo identificadas como cruciales para la regulación del balance energético son también esenciales
para la regulación de la homeostasis de la glucosa.
Para mantener el balance energético, el sistema nervioso central recibe señales
hormonales (insulina y leptina, por ejemplo) que reflejan la disponibilidad de
los depósitos de energía en el tejido adiposo y señales de nutrientes que
reflejan la disponibilidad aguda de
estos compuestos. Estas señales son procesadas en numerosos núcleos cerebrales, de los cuales el mejor estudiado
es el sistema melanocortina en el núcleo arcuato del hipotálamo. Este sistema comprende dos poblaciones de
neuronas y sus blancos
correspondientes. Una de las poblaciones
neuronales expresa el péptido pro-opiomelanocortina (POMC), precursor del agonista de los receptores de melanocortina
tipo 4 (MC4R), la hormona estimulante de
melanocitos α (α-MSH). La otra población de neuronas expresa neuropéptido Y (NPY) y proteína relaciona con
el agouti (AgRP), antagonista/agonista inverso de los MC4Rs. Estas dos
poblaciones de neuronas tienen efectos opuestos sobre la ingesta de alimentos y
el peso corporal; la activación de las neuronas POMC provoca disminución de la ingesta de alimentos y
pérdida de peso, mientras que la
activación de las neuronas NPY/AgRP
provoca aumento de la ingesta de alimentos y ganancia de peso. Los efectos de la activación de estas neuronas son mediados por los
receptores MC4R y NPYR localizados en
otras áreas del hipotálamo como el núcleo paraventricular (PVN), el hipotálamo
ventromedial (VMH) y el hipotálamo lateral, por ejemplo. Los receptores de insulina (IR) y de leptina
(OBR o LEPR) son expresados en las poblaciones de neuronas POMC y NPY/AgRP y
son necesarios para la regulación normal del peso corporal. Las acciones
catabólicas de las dos hormonas son mediadas en parte incrementando la
expresión de POMC y simultáneamente reduciendo la expresión de NPY y AgRP. Algunos aminoácidos (por
ejemplo, leucina), la glucosa y los ácidos grasos también regulan la actividad
de las neuronas POMC y NPY/AgRP.
La leptina actúa sobre las neuronas POMC y el efecto de estas acciones
sobre la producción hepática de glucosa es mediado parcialmente por receptores
MC4R en sitios extra-arcuato (por ejemplo, el núcleo paraventricular). La
insulina actúa sobre las neuronas NPY/AgRP y al menos parcialmente sobre las
neuronas POMC para regular la producción hepática de glucosa; este efecto es
independiente de MC4Rs. Las acciones de leptina e insulina sobre las neuronas
POMC tienen efectos aditivos sobre la regulación de la producción hepática de glucosa;
posiblemente debido a que actúan sobre diferentes poblaciones de neuronas POMC
en el núcleo arcuato. Adicionalmente, las acciones de la insulina sobre una
población de neuronas diferente de las
poblaciones POMC y NPY/AgRP resultan en la activación de canales de K+
sensibles al ATP (KATP), el blanco de rapamicina en los mamíferos
(mTOR) y el receptor activado por el proliferador de peroxisomas-γ (PPAR-γ)
para regular la producción hepática de glucosa. La leptina actúa sobre el PPAR-γ
para regular la ingesta de alimentos
pero no se conoce si esta ruta
también regula la homeostasis de la glucosa. En resumen, las señales de
leptina e insulina en el núcleo arcuato influyen en la producción hepática de
glucosa a través de sus acciones sobre
las neuronas POMC y NPY/AgRP. Por otra parte, los MC4Rs están involucrados en
la regulación de la homeostasis de la glucosa inducida por leptina pero no en la inducida por insulina.
Los nutrientes circulantes (especialmente glucosa, leucina y ácidos grasos)
actúan sobre el hipotálamo para influir en la homeostasis de la glucosa
alterando la expresión de péptidos y/o
la actividad neuronal. Los nutrientes usan diversos receptores y rutas de
señalización. El metabolismo de glucosa y leucina, vía glucólísis y ciclo de Krebs, incrementa los niveles
intracelulares de ATP. En el hipotálamo, esto provoca la inhibición de la proteína quinasa activada por AMP
(AMPK), la activación de mTOR y la activación de canales KATP en las
neuronas. Los ácidos grasos actúan como ligandos del PPAR-γ hipòtalámico, y
su activación reduce la producción hepática de glucosa,
posiblemente modulando los niveles de especies reactivos de oxígeno (ROS) en
las neuronas hipotalámicas, lo cual a su vez modula la actividad de las neuronas NPY/AgRP y POMC.
Los canales KATP, la AMPK y el mTOR son sensores generales de
combustibles que detectan los cambios en el estatus energético vía cambios en
los niveles de ATP. Estas rutas sensoras de combustibles responden a los
cambios agudos (por ejemplo, comidas) en el estatus de combustibles más que a
los cambios de larga duración (por ejemplo, adiposidad). Los canales KATP
constituyen una ruta común a través de los cuales diferentes tipos de
nutrientes regulan la homeostasis de la glucosa. Los canales KATP
responden a los cambios celulares de los
niveles de ATP y están localizados en
diferentes poblaciones de neuronas hipotalámicas. La despolarización de estos canales
produce la activación neuronal y los efectos de la despolarización varían según
las neuronas activadas. Por ejemplo, la despolarización de canales KATP
en el núcleo arcuato produce un incremento en la producción hepática de
glucosa, mientras que la despolarización de canales KATP en las
neuronas que liberan hormona concentrante de melanina del hipotálamo lateral
inhibe la producción hepática de glucosa. Los canales KATP del
núcleo arcuato no tienen ningún rol en la regulación de la homeostasis de energía.
Estos datos sugieren que los canales KATP son sólo un aspecto de las
señales de nutrientes que regulan la homeostasis de la glucosa.
Otras dos rutas de señalización dependientes de ATP involucran a la AMPK y
al mTOR. AMPK y mTOR son rutas de señalización intracelular que responden a los
cambios en los niveles de ATP. En el
hipotálamo, las rutas de señalización AMPK y mTOR regulan la expresión de NPY,
AgRP y POMC. En todas las células, el nivel de AMPK activada incrementa en respuesta
a la depleción de ATP. El rol de la AMPK en la homeostasis de la glucosa es
poco claro por su efecto en la
regulación del peso corporal. El mTOR es una quinasa expresada en la mayoría de
células eucariotas. La ruta mTOR es activada por los niveles elevados de ATP
generados como resultado de excesos de nutrientes o las acciones de hormonas
anabólicas como la insulina. El mTOR hipotalámico (primariamente en el núcleo
arcuato) regula la homeostasis de energía y la homeostasis de la glucosa en
direcciones opuestas. La ruta mTOR
probablemente regula la homeostasis de la glucosa de una manera compleja que es
dependiente de la dieta y el tiempo de exposición a esa dieta.
Las poblaciones de neuronas fuera del núcleo arcuato
tienen roles importantes en la regulación de la homeostasis de la glucosa.
Estas incluyen neuronas del hipotálamo
ventromediaal que expresan al factor de transcripción SF1 (factor esteroidogénico 1). Las neuronas
SF1 expresan IRs y OBRs, Sin embargo, algunas neuronas SF1 que responden a la
insulina no responden a la leptina, lo que sugiere que los IRs y los OBRs no
están siempre colocalizados en las mismas poblaciones neuronales. Por otra
parte, los MC4Rs no sólo son expresados en el hipotálamo, ellos también están
localizados en el cerebro posterior, una región del sistema nerviosos central
que también es esencial en el control de la homeostasis de la glucosa. Los
MC4Rs de las neuronas simpáticas del cerebro posterior regulan tanto la
homeostasis de energía como la homeostasis de la glucosa. Se desconoce aún si
las neuronas POMC del cerebro posterior o del núcleo arcuato son fuentes de
ligandos endógenos para los mC4Rs del cerebro posterior.
Fuente: Grayson BE et al (2013). Wired on sugar: the role of the CNS in the regulation of glucose
homeostasis. Nature Reviews Neuroscience 14: 24-38.
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