La tiroides y la reproducción
masculina
Las hormonas tiroideas ejercen sus efectos biológicos a través de la unión
a un receptor nuclear específico (TR), el cual pertenece a una familia de factores de transcripción dependiente de ligando. El receptor es codificado por dos genes, c-erb Aα y c-erb
Aβ. El gen c-erb Aα por “splicing” alternativo codifica tres receptores separados
α1, α2 y α3 mientras, el gen c-erb Aβ codifica
los receptores β1 y β2. Los receptores de hormonas tiroideas están ampliamente
distribuidos en los diferentes
compartimentos del testículo. Las células de Sertoli humanas, fetales y
adultas, expresan las isoformas TRα1
y TRα2, la expresión de TRα2 es mayor en todos los
estadios y la relación TRα2/TRα1
aumenta progresivamente de la vida fetal a la vida adulta. La isoforma TRβ está
ausente en todos los estadios. Las “stem cell” de las células de Leydig,
inmaduras y adultas, expresan la isoforma TRα, pero su expresión disminuye casi
a valores no detectables en la adultez.
La presencia de receptores de hormonas tiroideas en las células
germinales sugiere un posible rol de
estas hormonas en el sostenimiento de las diferentes poblaciones de células germinales. Los receptores de
hormonas tiroideas han sido identificados en diferentes estadios de desarrollo
de las células germinales. Los TRβ1 aparecen primero en los tipos
intermedios de espermatogonias y los TRα aparecen primero en las espermatogonias tipo B. Las células
epiteliales de los diferentes segmentos
del epidídimo de la rata también
expresan los receptores de hormonas tiroideas. Sin embargo, a diferencia de los clásicos TR, en las
células epiteliales del epidídimo los TR son localizados predominantemente en el citoplasma.
Las células de Sertoli proporcionan soporte
a las células germinales en desarrollo. Cada célula de Sertoli sostiene
a un limitado número de células
germinales en desarrollo, la relación células de Sertoli/células germinales en
adultos es 1: 11 en humanos y 1: 50 en
ratas. El desarrollo y maduración de las células de Sertoli tiene dos estadios
diferentes; el estadio de proliferación
y el estadio de maduración terminal. En humanos, la proliferación de células
de Sertoli ocurre en dos períodos diferentes. La primera fase de expansión es similar a la de la rata, pero
adicionalmente hay un segundo estadio proliferativo en la peripubertad antes de las etapas finales de la proliferación. La maduración de las
células de Sertoli inmaduras se caracteriza por ciertos cambios morfológicos
que incluyen el agrandamiento del
núcleo, la pérdida de la capacidad proliferativa y la formación de uniones entre las células. En las células de Sertoli, la expresión de ciertos genes y
proteínas está asociada con el estado de maduración. Las proteínas hormona
anti-Mülleriana, aromatasa, y molécula
de adhesión de células neurales son
expresadas exclusivamente por las
células de Sertoli inmaduras, mientras que el receptor de andrógenos y las
proteínas p27 y p21
son marcadores característicos de
las células de Sertoli maduras. La T3
suprime la expresión de los marcadores
de las células de Sertoli inmaduras e incrementa los niveles de las proteínas p27
y p21, inhibidoras del ciclo celular. Estas proteínas inhibidoras son
reguladas negativamente por cinasas dependientes de ciclina requeridas para la
transición del estadio G1 a S en el ciclo celular. La T3 mantiene
las uniones entre las células de Sertoli regulando lo niveles de la proteína de unión gap, conexina,
especialmente la conexina 43, la más abundante proteína de unión gap.
Las “stem cells” de las células de Leydig, fetales y adultas, son células
mesenquimales del intersticio testicular, no esteroidogénicas y con forma de huso.
Mientras algunas células mesenquimales se diferencian en células de Leydig fetales, otras retienen
sus características de células
indiferenciadas y sirven como
precursoras de las células de Leydig adultas en el testículo postnatal. Las
hormonas tiroideas regulan el desarrollo de las células de Leydig y la
esteroidogénesis. En la rata adulta, la T3 facilita la diferenciación de las “stem cells” mesenquimales en células de
Leydig. Las hormonas tiroideas también influyen en la esteroidogénesis de las células de
Leydiglas cuales sintetizan andrógenos a
partir del colesterol. Las células de Leydig toman el colesterol de las lipoproteínas de la circulación a través de receptores específicos de
lipoproteínas. Una pequeña fracción de
colesterol es sintetizada de novo a
partir de acetil CoA en las células de Leydig. El colesterol es esterificado
por la colesterol acil transferasa y
almacenado en gotas de lípidos en el citoplasma de las células de Leydig. La T3
estimula la producción de testosterona
por las células de Leydig porque induce la síntesis de
novo de una proteína soluble de 52 kDa
que aumenta la producción de andrógenos. Sin embargo, la exposición crónica a T3
inhibe a la proteína StAR que cataliza
la translocación del colesterol de la membrana externa a la membrana interna de
las mitocondrias. En hombres hipotiroideos
se observa una significativa disminución de los niveles de testosterona.
La caída en los niveles de testosterona podría deberse a (1) baja captación de colesterol por las células de Leydig, (2)
menor conversión de progesterona en
testosterona, (3) hiperprolactinemia. Altos niveles de prolactina suprimen la actividad de la enzima 17α-hidroxilasa que
cataliza la conversión de progesterona
en 17α-hidroxiprogesterona.
Las hormonas tiroideas ejercen su efecto sobre el citoesqueleto de los
espermatozoides. La alta proporción de anormalidades morfológicas de los
espermatozoides que se observan en
estados tiroideos alterados es debido a
al efecto de las hormonas tiroideas sobre el citoesqueleto. Los pacientes hipo e hipertiroideos muestran una diminución en la motilidad hacia delante de los
espermatozoides. Las hormonas tiroideas
estimulan el consumo de oxígeno en los espermatozoides promoviendo la
acción de la ATPasa Na+/K+,
incrementando el número de mitocondrias y la expresión de genes mitocondriales.
Las hormonas tiroideas también influyen
en la estructura y actividad secretora del epidídimo. Las secreciones
del epidídimo de ácido siálico, glicerolfosforilcolina y carnitina disminuyen en ratas hipotiroideas. Por otra
parte, las hormonas tiroideas regulan la actividad contráctil del conducto deferente en respuesta a la prostaglandina E2.
En la próstata, las hormonas tiroideas ejercen un efecto estimulador sobre la
actividad de las enzimas β-glucosidasa, β-galactoidasa,
β-N-acetilglucosaminidasa y β-N-acetilgalctosaminidasa. Varios estudios
reportan que las hormonas tiroideas influyen en el riesgo de cáncer de próstata
a través de su función sobre la
diferenciación, el crecimiento y el
metabolismo celular. Según
estudios clínicos, los hombres hipotiroideos tienen menor riesgo de cáncer de próstata que los hombres
eutiroideos.
Las hormonas tiroideas son importantes en el mantenimiento del balance
entre las especies reactivas de oxígeno
(ROS) y las moléculas anti-oxidantes en
muchos tejidos incluyendo los testículos. En el semen, los espermatozoides y
los leucocitos contaminantes del plasma seminal son las principales fuentes de
ROS. La membrana plasmática de los espermatozoides tiene una alta cantidad de
ácidos grasos poliinsaturados, como el
ácido docosahexaenoico, los cuales son rápidamente oxidados por las ROS disminuyendo la
flexibilidad y motilidad de la cola de
los espermatozoides. Por otra parte, la NADPH produce ROS a través de una
reacción catalizada por la enzima NADPH oxidasa presente en la membrana
plasmática de los espermatozoides. Las ROS también disminuyen el ATP generado por las mitocondrias de los
espermatozoides, el cual proporciona la energía para la motilidad.
En conclusión, las hormonas tiroideas
ejercen una influencia moduladora sobre la reproducción masculina y por
lo tanto se requiere de una actividad
tiroidea normal para la función sexual
y espermatógenica del hombre.
Fuente:
Kumar A et al (2014). Thyroid and male
reproduction. Indian Journal of Endocrinology and Metabolism 18: 23-31.
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