Roles de la relaxina en la
función ovárica y el embarazo
El término relaxina es usado para referirse al péptido H2-relaxina de los
humanos (relaxina-1 en roedores) y diferenciarlo de la neurohormona ancestral
relaxina-3 y sus homólogos y de la H1-relaxina (producida por la placenta) presente
en humanos y chimpancés. La relaxina es el principal miembro de una familia de
péptidos, estructuralmente relacionados con la insulina y los IGFs, producidos
en el ovario de la mayoría de especies mamíferas. Su nombre obedece a la acción relajante que
ejerce sobre la sínfisis púbica en el embarazo. Como sugiere esta función, la
relaxina es producida en el cuerpo lúteo durante el embarazo y ha sido
identificada en esta estructura en casi
todos los mamíferos. En humanos y otros primates, el cuerpo lúteo deriva
principalmente de las células granulosas del folículo ovárico, con poca
contribución de las células tecales, y la producción de relaxina comienza pocos
días después de la ovulación. En el
embarazo, el cuerpo lúteo persiste y la producción y secreción de relaxina
continúa mientras el cuerpo lúteo se mantenga funcionando. La relaxina del
cuerpo lúteo es la mayor contribución a los niveles circulantes de la hormona
en las hembras de los mamíferos, al menos durante la fase luteal del ciclo y en
el embarazo. En humanos, la expresión de
relaxina también puede ser detectada en las células de la teca interna de los
folículos antrales antes del pico de LH. Esta relaxina no contribuye con los
niveles circulantes de la hormona, pero es la principal contribución de la
relaxina detectada en el líquido folicular. Entonces, en el ovario, hay dos
fuentes diferentes de relaxina: las células de la teca interna de los folículos
y el cuerpo lúteo.
En el ovario, la relaxina producida por las células tecales del folículo
puede actuar de una manera autocrina/paracrina para influir en la función de las
células granulosas y del cúmulus. La relaxina puede estar involucrada en la
maduración y calidad del oocito. Se desconoce si esta acción autocrina/paracrina de la relaxina también
ocurre en el cuerpo lúteo. La relaxina actúa primariamente sobre un receptor
acoplado a proteína G llamado RXFP1 aunque también puede activar al receptor RXFP2
(el cual es específico para el INSL3), pero sólo en altas concentraciones y en
algunas especies como los humanos. La relaxina interactúa con el RXFP1para
activar la adenil ciclasa y producir una elevación de los niveles
intracelulares de AMPc. La relaxina puede también, en algunas circunstancias,
activar la PI3-kinasa de una manera dependiente de la proteína Gi/o. En el ovario, el receptor
RXFP1 ha sido identificado en las células granulosas y del cúmulus de folículos
antrales (cerdos), en el cuerpo lúteo
(monos y gatos) y en las células granulosas de folículos primordiales,
primarios y secundarios (humanos). En ratas, el tratamiento con relaxina
promueve la ovulación lo que sugiere un rol adicional de la relaxina en la inducción proteolítica de la ruptura de
la pared del folículo.
En primates y particularmente en humanos, la relaxina circulante tiende a
alcanzar un pico en el primer trimestre del embarazo. Se ha demostrado que la
exposición a la relaxina del oocito y del
complejo oocito-cumulus favorece el desarrollo a blastocisto. El blastocisto
expresaa el receptor RXFP1 pero se desconoce si la relaxina actúa directamente
sobre el embrión y/o el trofoblasto durante la implantación. Por otro lado, el útero
es un blanco de la relaxina que expresa el receptor RXFP1 en las células
epiteliales, las células del estroma endometrial y el miometrio. En el inicio
del embarazo las hormonas ováricas –progesterona y estradiol- inducen la
proliferación y diferenciación del estroma endometrial en el proceso conocido como decidualización.
Esta decidualización es esencial para crear un útero receptivo en el que pueda
implantarse el blastocisto y generalmente
tarda 6 a 10 días. Estudios in
vivo en monos han demostrado que la
relaxina es capaz de inducir un
engrosamiento del endometrio y de aumentar la vascularización. Asimismo, se ha
demostrado que existe una buena asociación entre los niveles circulantes de
relaxina y la disminución de abortos
espontáneos en mujeres. En el miometrio de rata y cerdo, la relaxina actúa directamente sobre las células de músculo
liso para inducir la quiescencia uterina a través del bloqueo de las
contracciones inducidas por la oxitocina. Se considera que al inhibir la
contracción miometrial, la relaxina puede
tener un efecto positivo en la implantación del blastocisto. Estudios recientes sugieren
que la relaxina induce en el endometrio citoquinas proinflamatorias como CXCL1
y CXCL10, lo cual es importante para la apropiada implantación y placentación.
El embarazo representa una disrupción fisiológica del control de líquidos y
osmolaridad en el cuerpo. En esta situación son reajustados la secreción de
vasopresina, el volumen latido cardíaco, la vasodilatación y la “compliance”
arterial. La relaxina puede actuar directamente sobre las células de músculo
liso y las células endoteliales de las arterias. En estos vasos, la relaxina provoca una respuesta lenta
que involucra la producción de
metaloproteinasas y la generación de endotelina, la cual puede activar la
producción de GMPc y NO. Adicionalmente, hay una repuesta rápida que involucra
el acoplamiento entre receptores RXFP1, la PI3 kinasa y la activación de la
enzima eNOS.
El
INSL3 (insulin-like peptide 3) es un péptido estructuralmente relacionado con
la relaxina y por esta razón originalmente fue llamado factor similar a
relaxina (RIF). El INSL3 es más conocido como un producto de las células de
Leydig del testículo con un importante papel en el descenso testicular, pero
también es producido, aunque en cantidad más baja, por las células tecales
internas de los folículos antrales y
también por el cuerpo lúteo. Los folículos antrales son la fuente principal, si
no exclusiva, del INSL3 circulante en las mujeres no embarazadas. Debido a esto
los niveles circulantes de INSL3 dependen grandemente del número de esos
folículos en el ovario. Entonces, el INSL3 circulante es significativamente
elevado en mujeres con ovarios poliquísticos y bajo en mujeres con una reserva ovárica disminuida o en etapa de peri
–o post- menopausia. Estudios
inmunohistoquímicos han demostrado que el INSL3 tiene un papel anti-apoptosis/pro-supervivencia
en los folículos antrales. El INSL3
interactúa con un GPCR clase A llamado RXFP2 que es expresado en oocitos y
células tecales internas. En los
folículos antrales, el INSL3 es producido por las células tecales internas
antes del pico de LH y después de la producción de hormona anti-mülleriana por
estos folículos. Funcionalmente, el INSL3 está involucrado en un sistema autocrino/paracrino de retroalimentación de asa corta que regula
la producción de andrógenos (particularmente androstenediona) por las células
tecales. El INSL3, vía RXFP2, estimula la producción de androstenediona, la
cual es transferida a las células granulosas para su conversión en estrógenos.
En el folículo antral, las proteínas morfogenéticas del hueso (BMP) generadas
en el antro por las células granulosas y/o el oocito suprimen la expresión de
INSL3 en las células tecales y esto ayuda a regular la producción de andrógenos
en el folículo. Es importante tener en cuenta que la producción de andrógenos
es una etapa limitante de la
esteroidogénesis ovárica durante la fase folicular del ciclo menstrual, pues
los estrógenos solamente pueden ser producidos por la acción de la enzima
aromatasa sobre los andrógenos en las células granulosas. Aunque la atención
sobre las funciones del INSL3 en las
hembras está enfocada en la fisiología del ovario, sus concentraciones
circulantes son suficientemente altas para activar receptores RXFP2 en otros órganos. En este contexto, es importante señalar el
hallazgo reciente sobre la acción del INSL3 en el recambio y metabolismo óseo.
En las mujeres en edad reproductiva, el INSL3 conjuntamente con el estradiol
contribuye al mantenimiento de la salud
ósea.
Muy
poco se sabe acerca del rol del INSL3 en la implantación del embrión o sobre el
endometrio y el miometrio en cualquier estadio de la vida reproductiva.
Aparentemente, las células miometriales humanas no responden al INSL3 aunque
poseen el receptor RXFP2. Sin embargo,
es bien conocido que el feto masculino es un mayor productor de INSL3. El INSL3
es producido por las células de Leydig del testículo embrionario inmediatamente
después de la determinación sexual dependiente de SRY. En humanos, este INSL3
puede ser detectado en el líquido amniótico entre las semanas 12 y 18 de gestación (no es detectable en
líquido amniótico de fetos femeninos) coincidiendo con la primera fase del descenso testicular. Un estudio reciente
demuestra que el INSL3 de origen fetal
puede cruzar la placenta para entrar en la circulación
materna, lo cual implica que, al menos en la primera mitad del embarazo, el
INSL3 fetal potencialmente es capaz de
influir en la fisiología materna y/o placentaria.
Fuente: Anand-Ivell R y Ivell R
(2014). Regulation of the reproductive cycle and early
pregnancy by relaxin family peptides. Molecular and Cellular Endocrinology 382:
472-479.
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