Justificación del término hormonología.
Hormona: del
griego ὁρμἀω “poner
en movimiento o estimular”. Este termino fue por primera vez usado por Ernest
Starling en una de las Conferencias de
Cronne (1905) titulada “La correlación química
de las funciones del cuerpo”. Starling definió de una manera amplia y sencilla
hormona «un cuerpo como droga de composición química definida: un mensajero
químico que aparentemente puede ser formado por cualquier tipo de tejido. . .
una glándula que ha perdido su conducto, o células que en ningún momento
tuvieron una estructura glandular tales como,
tejido nervioso modificado o tejido germinal . Esta generalizada
definición, aceptada hoy día, fue
atacada vigorosamente por los fisiólogos puristas de la época quienes limitaban
el concepto a “sustancias de utilidad
fisiológica…secretadas en el torrente
sanguíneo a partir de células de tipo glandular” (Hadden, 2005; Hsueh y col., 2005).
La aportación
insólita del control de las hormonas sobre el equilibrio del funcionamiento
multicelular tiene como antecedentes el concepto de la existencia de la
"secreción interna" que se
había propuesto cerca de medio siglo antes por Claude Bernard (1813-1878) y
Charles Edouard Brown-Sequard (1817- 1894); sin embargo estos insignes
investigadores nunca mencionaron que existiera "un mensajero químico"
y propusieron la exclusiva intervención del sistema nervioso autónomo (Zárate y
Saucedo, 2005).
En inglés, el
Diccionario Oxford tiene una definición más compleja: "cualquiera de los
numerosos compuestos orgánicos que son secretados en los fluidos corporales de
un animal, particularmente en el
torrente sanguíneo, por un grupo específico de células, y regulan algunas actividades
fisiológicas específicas de otras células; así como, cualquier compuesto sintético que tiene tal
efecto” (Hadden, 2005).
Hormonología podría
haber sido un nombre mejor para la especialidad llamada “endocrinología”. Esto
se hace difícil de explicar de forma coloquial ya que todo el mundo sabe acerca de las hormonas (Hadden,
2005). Sin embargo, después de más de 100 años de investigación y con la
llegada del s. XXI, los avances en biología celular, biología molecular y
genética podrían explicar los mecanismos de acción y de secreción hormonal, así
como, ayudarían en la comprensión de las
enfermedades endocrinas.
Todo ello ha
permitido construir nuevos paradigmas para la investigación hormonal. La
definición de hormona por Ernest Starling, el siglo pasado, refleja los
enfoques cambiantes en la elucidación de los mecanismos de señalización de las
hormonas y pone de relieve la insuficiencia del término endocrinología, el cual
implica la acción remota, para describir los diversos modos de acción de las mismas. Proponemos el
término hormonología, ya que refleja con mayor precisión la expansión de esta
disciplina (Hsueh y col., 2005).
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